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Absceso retrobulbar en perros

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Contenido médico revisado por Dr. Paco Simó, oftalmólogo veterinario de IVO. Última actualización: 12 Noviembre 2024

«Diagnóstico y tratamiento temprano son claves para prevenir complicaciones graves como pérdida de visión, exoftalmos y dolor intenso en afecciones orbitarias caninas.»

¿Qué es un absceso retrobulbar?

Un absceso retrobulbar es una acumulación de pus que se forma detrás del globo ocular, en la cavidad orbital. Esta condición es una de las enfermedades orbitarias más comunes en perros y se debe a la particular anatomía canina, donde la órbita es incompleta y está formada parcialmente por huesos y tejidos blandos.

Esta estructura permite que los abscesos se desarrollen con relativa facilidad, causando síntomas graves, incluyendo dolor intenso y protrusión del ojo (exoftalmos). Si no se trata, un absceso retrobulbar puede llevar a complicaciones oculares severas, incluida la pérdida de visión.

Síntomas

Los síntomas de un absceso retrobulbar en perros pueden incluir:

  • Exoftalmos: Protrusión del globo ocular hacia afuera, lo que le da al ojo una apariencia abultada y prominente.
  • Dolor al abrir la boca: Debido a la proximidad del absceso a los músculos masticadores, los perros suelen mostrar resistencia o dolor al intentar abrir la boca, un síntoma clave en el diagnóstico.
  • Protrusión de la membrana nictitante: El tercer párpado del perro (membrana nictitante) puede desplazarse hacia arriba, cubriendo parcialmente el ojo afectado.
  • Secreción ocular: Es común observar secreción purulenta o mucopurulenta proveniente del ojo afectado, lo que indica la presencia de una infección.
  • Fiebre: La infección subyacente puede causar fiebre, un indicador de la respuesta inmunitaria del cuerpo.
  • Pérdida de la movilidad ocular: La inflamación en la cavidad orbital puede limitar el movimiento del ojo afectado, dificultando la exploración ocular y exacerbando el dolor.

Causas del absceso retrobulbar en perros

El absceso retrobulbar en perros comúnmente es causado por infecciones bacterianas que se desarrollan detrás del globo ocular. Las causas más comunes incluyen:

  • Infecciones dentales: Las infecciones en los molares superiores pueden extenderse a la cavidad orbital, desencadenando la formación de un absceso. Esto es particularmente común en perros con enfermedades dentales preexistentes.
    Cuerpos extraños: La introducción de objetos como astillas de madera, fragmentos de plantas u otros materiales en la cavidad oral o a través de la conjuntiva puede llevar a una infección bacteriana en la órbita.
    Traumatismos: Las lesiones en la boca o en el ojo pueden permitir que las bacterias ingresen en la cavidad orbital, provocando un absceso.
    Infecciones nasales o sinusales: Las infecciones bacterianas que se propagan desde la nariz o los senos paranasales también pueden extenderse a la órbita, causando un absceso retrobulbar.

Pruebas para el diagnóstico de un absceso retrobulbar en perros

El diagnóstico de un absceso retrobulbar en perros requiere una evaluación oftalmológica exhaustiva junto con estudios adicionales:

  • Examen oral: Es fundamental realizar un examen minucioso de la cavidad oral, especialmente detrás del último premolar, para detectar infecciones dentales que puedan haber desencadenado el absceso.
  • Ecografía orbitaria: Esta técnica se utiliza para identificar la presencia de un absceso y diferenciarlo de otras masas o lesiones en la órbita.
  • Tomografía computarizada (CT) o resonancia magnética (MRI): Estas modalidades de imagen avanzadas proporcionan una visualización detallada de la cavidad orbital, confirmando la presencia y extensión del absceso y ayudando a planificar el tratamiento quirúrgico.
  • Punción guiada por ecografía: En caso de sospecha de absceso, se puede realizar una punción para obtener muestras de pus, que luego se cultivan para identificar las bacterias responsables y determinar la sensibilidad a los antibióticos.

Tratamiento

El tratamiento del absceso retrobulbar en perros se centra en el drenaje del absceso y el manejo de la infección bacteriana:

  • Drenaje quirúrgico: Se realiza una incisión detrás del último premolar en la cavidad oral para acceder al absceso y permitir que el pus drene hacia la cavidad oral. Es crucial que la herida se deje abierta para asegurar un drenaje continuo y prevenir la recolección de pus.
  • Antibióticos sistémicos: Se administran antibióticos para combatir la infección bacteriana. El tratamiento se ajusta en función de los resultados del cultivo bacteriano y las pruebas de sensibilidad.
  • Manejo del dolor: Los analgésicos son esenciales para aliviar el dolor asociado con los abscesos retrobulbares. Los antiinflamatorios también pueden ayudar a reducir la inflamación en la cavidad orbital.

¿En qué perros es más frecuente el absceso retrobulbar?

El absceso retrobulbar es más común en perros, especialmente en aquellos que tienen una mayor tendencia a desarrollar infecciones dentales o que suelen masticar objetos extraños. Los perros jóvenes, que son más curiosos y propensos a masticar cosas inadecuadas, y las razas con predisposición a enfermedades dentales, como el Caniche y el Yorkie, son particularmente susceptibles. Sin embargo, cualquier perro puede desarrollar esta condición si se presentan los factores de riesgo.

¿Se puede prevenir?

La prevención de los abscesos retrobulbares en perros se centra en mantener una buena higiene oral y evitar que mastiquen objetos que puedan causar lesiones o introducir bacterias en la cavidad oral. Realizar exámenes dentales regulares y tratar de manera temprana cualquier signo de infección dental o bucal es clave para reducir el riesgo de desarrollar un absceso retrobulbar. Ante cualquier síntoma de infección o inflamación alrededor de los ojos, la nariz o la boca, es crucial acudir rápidamente al veterinario para evitar complicaciones graves.

En resumen, el absceso retrobulbar en perros es una afección dolorosa y potencialmente grave, pero puede tratarse eficazmente con un diagnóstico temprano y el manejo adecuado. Si observas cualquiera de los síntomas que hemos descrito en tu perro, no dudes en consultar de inmediato a un veterinario para realizar un diagnóstico oportuno.

El absceso retrobulbar en perros en imágenes

En la imagen 1, ojo de perro con protrusión de la membrana nictitante, inflamación severa y secreción purulenta, indicativo de un posible absceso retrobulbar.

Ojo de perro con inflamación, protrusión de la membrana nictitante y secreción purulenta, signos de infección severa o absceso retrobulbar.

Imagen 1.

Imagen 2. Perro con exoftalmos severo en el ojo izquierdo, acompañado de inflamación periocular intensa y protrusión de la membrana nictitante, probable absceso retrobulbar.

Perro con exoftalmos en el ojo izquierdo, inflamación periocular y protrusión de la membrana nictitante, indicativo de absceso retrobulbar.

Imagen 2.

En la imagen 3 se observa un ojo de perro con hiperemia conjuntival y leve protrusión de la membrana nictitante, signos de inflamación orbital asociados con un absceso retrobulbar en desarrollo.

Ojo de perro con conjuntiva inflamada y leve protrusión de la membrana nictitante, indicativos de inflamación orbital o absceso retrobulbar en etapa inicial.

Imagen 3.

En la imagen 4, ojo de perro con opacidad corneal y necrosis conjuntival acompañada de secreción purulenta, probable indicativo de un absceso retrobulbar avanzado.

Ojo de perro con necrosis conjuntival, secreción purulenta y opacidad corneal, signos de absceso retrobulbar avanzado.

Imagen 4.

Imagen 5. Ojo de perro con inflamación severa e hiperemia conjuntival, relacionados con un absceso retrobulbar no tratado.

Ojo de perro con inflamación severa, necrosis conjuntival y signos de absceso retrobulbar avanzado.

Imagen 5.

En la última imagen, perro con exoftalmos en el ojo izquierdo y conjuntivitis grave, acompañado de hiperemia conjuntival y secreción ocular, signos de un absceso retrobulbar.

Perro con exoftalmos en el ojo izquierdo, conjuntivitis severa y secreción ocular, indicativo de absceso retrobulbar.

Imagen 6.

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