Los Cocker Spaniel suelen padecer distiquiasis o cilios ectópicos. Foto: Raffi Asdourian on Flickr
Tanto la distiquiasis como el cilio ectópico son anomalías congénitas por las que aparecen pelos en el borde del párpado, en las llamadas glándulas de Meibomio. La función de estas glándulas es contribuir a la fracción grasa de la lágrima. Son unos pequeños orificios que pueden verse como pequeños puntos en el borde del párpado.
En la distiquiasis, los pelos emergen del borde del párpado. Los cilios ectópicos surgen en la cara interior del párpado, por lo que el dolor es mucho más intenso, y el riesgo para la córnea también.
Se trata de patologías congénitas, frecuentes en razas como el bulldog francés. El cilio ectópico es mucho menos frecuente que la distiquiasis
La distiquiasis es común en los Cocker Spaniels, Cocker Americano, Bulldog Inglés, Bulldog Francés, Golden Retrievers, Caniches toy y miniatura, y pekines; y los cilios ectópicos son más comunes en los Bulldog Francés, Lhasa Apso, Shih Tzu, Golden Retrievers, Cocker Spaniel y perros pastores de Shetland.
Los Golden Retriever están más predispuestos a la distiquiasis y los cilios ectópicos. Foto: Ida Myrvold on Flickr
Irritación, molestias, escozor. Pueden ser muy molestos para el paciente al rozar con la superficie o el interior del ojo, y provocar úlceras.
El pelo ectópico es mucho más doloroso al dirigirse directamente sobre el ojo. Las distiquias pueden molestar más o menos según la dirección que tomen, y según la edad del paciente, puesto que cuanto más mayor menor cantidad de lágrima, y por tanto más problemas por el roce de estos pelos.
Imagen de una paciente de IVO antes de la extracción de dos cilios ectópicos de su ojo izquierdo (caso Pelusa). Foto: S. Pino
El tratamiento dependerá del tipo y ubicación de los pelos.
El tratamiento con láser (fotodepilación con láser diodo) es la opción menos agresiva con el párpado y da mejor resultado. Otras técnicas de cauterización o crioterapia pueden provocar cambios en los párpados y la superficie del ojo, lo que en el caso de razas como el Bulldog Francés, o perros con tendencia a ojo seco, puede ser causa de nuevos problemas al empeorar la secreción de lágrima.
Si las molestias no lo impiden, es aconsejable esperar a realizar la intervención cuando el animal haya pasado sus primeras vacunas, esté bien de defensas y se hayan descartado otro tipo de patologías para evitar riesgos.
Es importante hacer un buen seguimiento para evitar infecciones.
La intervención no presenta especiales complicaciones en el postoperatorio, y en general tiene buen pronóstico.
Es aconsejable la visita en cuanto se detecten molestias para el animal, ya que el crecimiento anómalo de pelos puede ocasionar úlceras.
Al ser una patología congénita, no es posible evitar su aparición, pero sí el desarrollo de complicaciones posteriores.
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Distiquiasis en un Golden Retriever. Foto: IVO
Distiquiasis en un perro mestizo. Foto: IVO
Cilio ectópico en un Bulldog Francés. Foto: IVO
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Cirugía cilio ectópico en un perro
Cirugía combinada entropión y cilio ectópico
Distiquiasis bilateral en un perro
Información validada por el el Dr. Paco Simó , oftalmólogo del Instituto Veterinario Oftalmológico de Barcelona. Todos los derechos reservados. Última actualización: 2015.