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Retinoscopia

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¿Qué es una retinoscopía?

Es una prueba diagnóstica para medir defectos en la visión (como la miopía o la hipermetropía) mediante la interpretación de un haz de luz proyectado sobre la retina por un dispositivo llamado retinoscopio. 

El reflejo de la luz emitida por el retinoscopio permite al veterinario oftalmólogo calcular las dioptrías del error refractivo de forma objetiva.

En un ojo sin error refractivo, las imágenes que se observan pasan por la córnea y el cristalino, y convergen, en su punto focal, en la retina. Éstos se proyectan con nitidez en la retina y de allí viajan al cerebro:

Cómo proyecta las imágenes el sistema ocular del caballo

En un ojo con defectos refractivos no se puede realizar un correcto enfoque debido a que el punto focal no está en la retina, por lo que la visión que percibe el paciente es borrosa:

Miopía e hipermetropía en el caballo

¿Cómo se realiza?

La retinoscopía es un examen bastante sencillo.

Para realizar la prueba, el veterinario oftalmólogo colocará el retinoscopio frente al ojo del paciente lo más recto posible.

El examen dura unos pocos minutos y no representa ningún tipo de molestia o complicación debido a que se trata de una prueba diagnóstica no invasiva.

Retinoscopia en un caballo

Retinoscopía en un caballo. Para realizar la prueba es necesario colocar el retinoscopio frente al ojo del paciente lo más recto posible. Foto: IVO

¿En qué casos se utiliza?

Se utiliza para evaluar posibles defectos en la visión como la miopía o la hipermetropía.

Al ser una prueba sencilla e indolora, puede ser de mucha utilidad para descartar este tipo de problemas de visión que pueden aparecer junto con algunas enfermedades y causar cambios de comportamiento en perros, gatos, caballos u otros animales.

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