No debemos desanimarnos ante un diagnóstico de pérdida irreversible de visión. Los animales gozan de otros sentidos bien desarrollados, y siguiendo unas sencillas pautas serán perfectamente felices a pesar de su ceguera.
Si tras realizar el diagnóstico, el oftalmólogo veterinario desaconseja cualquier tipo de intervención (por edad, estado de salud…) no hay que desanimarse. Si lo estimulamos de manera adecuada podemos hacer que se desenvuelva perfectamente bien en su entorno.
Si la ceguera es de nacimiento, cuando empiece a conocer su nueva casa hay que empezar desde el mismo punto siempre, ya sea el comedero o su cuna, para que pueda adaptarse al entorno ya desde un principio sin el sentido de la vista.
Cuando la ceguera es adquirida durante la vida adulta, hay más trucos que podemos emplear (también aplicables en cachorros).
Lo más importante es pensar que aunque la ceguera sea irreversible, si nos armamos de paciencia y les enseñamos a adaptarse a su nuevo modo de vida, nuestras mascotas pueden tener una estupenda calidad de vida.
Si les ayudamos con pequeños cambios en su entorno, la mayoría de gatos podrán disfrutar de una vida feliz y tranquila después de haber perdido visión.
El IVO es un centro de referencia cuya misión es la de colaborar activamente con los centros veterinarios para ofrecer la mejor atención oftalmológica a sus pacientes.
La atrofia progresiva de la retina es una enfermedad hereditaria que causa pérdida de visión de los dos ojos. No tiene tratamiento curativo, pero se puede retrasar su desarrollo si se detecta a tiempo.