Si se reparan cuanto antes y de la forma correcta, las lesiones en los párpados cicatrizan muy rápido. Es importante evitar infecciones y asegurarse de que el resto de estructuras oculares no estén afectadas.
Las laceraciones, cortes o heridas palpebrales en perros y gatos suelen ser motivo de urgencia como consecuencia de un traumatismo (mordeduras, golpes, roce con objetos afilados, etc.), y muy a menudo después de una pelea entre animales.
Los cortes en los párpados suelen ir acompañados de hinchazón o edema, que en ocasiones puede ser muy llamativo. También suele haber sangrado de la zona.
Ante un párpado hinchado o que sangra después de un traumatismo es necesario valorar la lesión palpebral, pero también es importante realizar una exploración ocular completa para descartar posibles anomalías en el resto de las estructuras oculares.
Los párpados contienen muy buena vascularización, por lo que las lesiones palpebrales cicatrizan muy rápido cuando se reparan de forma correcta.
Existen varios factores que determinan las laceraciones palpebrales y su tratamiento, que puede requerir cirugía:
Es muy importante realizar la reparación del daño tan pronto como sea posible y mantener la zona afectada limpia para evitar infecciones. El uso de soluciones antisépticas oculares puede ayudar a ello.
Si los márgenes palpebrales están afectados, es muy importante aproximarlos y suturarlos con precisión para evitar posibles complicaciones, como pueden ser ectropion o úlceras corneales.
Además, siempre que sea posible, debe intentarse la reparación de lesiones en los orificios lagrimales, sobre todo en los inferiores, ya que un drenaje lagrimal inadecuado puede producir epífora o lagrimeo excesivo.
Tras la intervención quirúrgica normalmente se recomienda el uso de antiinflamatorios debido a que los párpados, al estar muy irrigados, tienden a inflamarse y se producen deformaciones muy llamativas durante el proceso inflamatorio.
Muchas veces será recomendable el uso de antibióticos y antisepticos para controlar la infección de la zona, especialmente en los casos de traumas por mordedura o arañazos.
Debido al edema, inflamación, dolor del traumatismo o proceso de cicatrización, puede ser que en el post operatorio la mascota tenga picor e intente frotarse. Para evitarlo se utilizan collares isabelinos y analgésicos/antiinflamatorios orales
Los puntos de sutura se suelen extraer a las dos semanas, pero dependerá de la evolución y de la cirugía requerida para reparar los daños.
Chispas es un Yorkshire de 8 años que había recibido una mordedura de perro una semana antes de acudir a nuestra consulta. Nos visitó de urgencia en sábado porque su herida en el párpado no estaba mejorando.
En la exploración oftalmológica pudimos comprobar que el ojo izquierdo no presentaba anomalías, pero en el derecho sí tenía una laceración del párpado superior, con afectación al borde del párpado. No se detectaron otras anomalías en el resto de estructuras oculares.
Procedimos a sedar a Chispas y aplicarle anestesia local para retirar el tejido muerto del párpado (desbridado) y suturar la lesión. La cirugía transcurrió sin complicaciones.
Dado que la lesión había sido producida por una mordida de perro, le prescribimos antibiótico y antiinflamatorio oral, además de colocarle un collar isabelino para evitar que se rascara.
A los diez días de la cirugía, Chispas ya estaba muy cómodo. El tejido estaba cicatrizando bien y no se apreciaron complicaciones.
Una semana más tarde ya pudimos retirarle los puntos y darle el alta.
Los orzuelos en perros pueden aparecer de forma aislada o como múltiples nódulos en ambos ojos (Meibomitis o Adenitis tarsal). ¿Sabes cómo se curan?
La blefaritis es una inflamación del borde del párpado cuyo tratamiento depende de sus causas: bacterianas, víricas, parasitarias (Leishmaniosis, sarna), inmunomediadas, alérgicas,…
Tanto la distiquiasis como el cilio ectópico son anomalías congénitas por las que aparecen pelos en el borde del párpado