Es muy importante saber a qué profundidad está situado el cuerpo extraño para planificar su extracción. El pronóstico suele ser bueno, siempre que se intervenga lo más rápido posible.
Llamamos cuerpo extraño a cualquier objeto que se encuentre en la superficie del ojo o en el interior del globo ocular y que no proceda del propio animal.
Suele tratarse de elementos de material orgánico, aunque también podemos encontrar tierra, metal, cristal u otros materiales.
La mayoría se pegan en las capas más superficiales del ojo, ya sea en la membrana mucosa que cubre el ojo (superficie conjuntival), o debajo del llamado tercer párpado (membrana nictitante), en la cara posterior de éste.
Pero algunos pueden llegar a penetrar en capas más profundas de la córnea (la capa transparente sobre el iris) y llegar hasta la cámara anterior del ojo (el espacio entre la córnea y el iris).
En este último caso hablamos de cuerpo extraño penetrante (penetra la córnea) o perforante (atraviesa la córnea).
La córnea es la capa transparente exterior del ojo y la cámara anterior es el espacio entre la córnea y el iris. Los cuerpos extraños pueden quedar en la superficie de la córnea, penetrarla o perforarla hasta la cámara anterior. Imagen: Veterian Key
Algunos de los síntomas que pueden hacer sospechar de un cuerpo extraño en el ojo son:
Habitualmente un cuerpo extraño en el ojo se detecta mediante una exploración ocular sencilla, o con lámpara de hendidura.
Es muy importante saber a qué profundidad está situado el cuerpo extraño para proceder a planificar su extracción.
Para ello se pueden realizar pruebas de imagen como la ecografía ultrasonica (UBM) o la OCT de córnea.
En casos en que el cuerpo extraño es superficial, lo más frecuente es que solo sea necesario un anestésico tópico y sedación, ya que en estos casos el cuerpo extraño suele extraerse mediante técnicas de irrigación o pinzas de oftalmología.
Si el cuerpo extraño ha penetrado en capas más profundas de la córnea o en la cámara anterior del ojo (cuerpo extraño penetrante o perforante), la extracción no es tan sencilla. Entonces suelen ser necesarias técnicas quirúrgicas más avanzadas, y puede ser necesario realizar puntos corneales con suturas muy pequeñas (9-0 o 10-0).
Después de extraer el cuerpo extraño es muy importante controlar infecciones y asegurarse de que el paciente se encuentra cómodo (analgesia).
Dependiendo del método de extracción y el daño producido por el cuerpo extraño necesitaremos utilizar medicación tópica y sistémica o únicamente tópica. En los medicamentos tópicos siempre incluiremos lubricante y antibiótico de cobertura.
El pronóstico visual suele ser bueno en estos casos, siempre que se intervenga lo más rápido posible.
Las complicaciones más frecuentes son cicatrices corneales que crean una opacidad corneal, además de infecciones, cataratas y glaucomas secundarios.
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