La distrofia corneal es una enfermedad hereditaria de la córnea que, por regla general, solo precisa de un control periódico por posibles heridas dolorosas.
La distrofia lipídica corneal es la acumulación de grasa (depósitos lipídicos) en distintos niveles de la córnea. Éstos pueden llegar a producir molestias e incluso, con el tiempo, heridas o úlceras corneales que hay que controlar y tratar.
Se desconoce la causa de esta predisposición, pero parece estar relacionada con factores genéticos hereditarios.
La distrofia corneal se caracteriza por la presencia de manchas blancas en los ojos.
Se trata de infiltrados de grasa con la apariencia de finos cristales que brillan con la refracción de la luz.
Es común encontrarlos en el centro de la córnea en forma de anillo redondeado, normalmente en las capas superficiales del estroma corneal (la capa central y más gruesa de la córnea), aunque en algunos casos pueden estar más profundos.
Algunas razas como los Cavaliers, los Huskies, los Beagles y algunos Collies tienen mayor predisposición a padecer este tipo de problema ocular.
No hay tratamiento conocido para evitar que aparezcan estos depósitos de lípidos.
Se pueden reducir con tratamiento médico, o incluso se podrían quitar mediante cirugía con el fin de evitar que la cornea se ulcere.
En caso de haber producido una úlcera corneal será necesario tratarla e instaurar un tratamiento adecuado para cada caso.
La presencia de estos cristales en muchas ocasiones no está asociada con los niveles de lípidos, colesterol o triglicéridos en la sangre, por lo que una dieta baja en grasas no hace que mejoren.
Las úlceras corneales tienen buen pronóstico si se consigue evitar la infección. El tratamiento adecuado consigue minimizar cicatrices y evitar pérdida de visión
La distrofia lipídica corneal no tiene tratamiento, pero hay que controlarla porque puede producir heridas dolorosas en la córnea como en el caso de Apolo, un pequeño bichón maltés.
El objetivo de la primera visita es conocer con detalle el estado de los ojos de su mascota y, en caso de problemas de visión, realizar las pruebas diagnósticas más adecuadas y evaluar posibles tratamientos.