La catarata es la pérdida de transparencia del cristalino, la lente que está dentro del ojo y ayuda a ver mejor. Cuando se da en mascotas muy jóvenes la denominamos congénita.
Hablamos de catarata congénita cuando esa pérdida de opacidad se debe a un trastorno hereditario, y se presenta ya desde el nacimiento, o en animales muy jóvenes.
La catarata congénita puede aparecer tanto en perros como en gatos o caballos, y puede tener una evolución muy rápida, incluso en pocos días, o quedarse estancada durante el crecimiento. Si siguen evolucionando, normalmente esperamos a que el paciente haya cumplido los 6 meses para operarlas. En cualquier caso, es importante hacer pruebas del ojo como ecografía y/o electrorretinografia para saber si hay otra enfermedad congénita ademas de las cataratas. Estas pruebas con 10-12 semanas de edad ya se pueden hacer.
La especie más afectada por la catarata son los perros. En particular, los Cocker, Caniche, Fox Terrier, Bichon Maltes o Bulldog Francés están más predispuestos genéticamente a desarrollar catarata.
Los gatos, especialmente los persas, y algunos potros también pueden tener catarata congénita, pero es menos frecuente.
En los animales más propensos, ya sea por raza o por antecedentes genéticos, es muy importante realizar una revisión oftalmológica completa entre los 9 y 12 meses de edad, cuando el ojo está prácticamente desarrollado, para descartar la presencia de catarata congénita así como otras patologías como el glaucoma o la atrofia progresiva de la retina.
Según el grado de desarrollo de la catarata, al animal le costará más ver las personas y objetos que están alejados, tendrá más dificultades para ver de noche, o simplemente tendrá serios problemas de visión para desarrollar una vida normal.
Sólo después de una exploración cuidadosa del ojo con el instrumental adecuado podremos descartar otras enfermedades de distintas partes del ojo (como la córnea, retina o nervio óptico) que pueden ser también la causa de la pérdida de visión.
Para confirmar el diagnóstico, descartar otro tipo de patologías y evaluar la conveniencia de una cirugía, el oftalmólogo veterinario realizará las siguientes pruebas diagnósticas:
Video sobre las pruebas preparatorias y la cirugía de catarata bilateral. Consulta aquí el caso completo de Pepis, una perra abandonada que fue operada de cataratas en el IVO.
La única opción terapéutica de la catarata es la cirugía. La técnica de elección en animales domésticos es la facoemulsificación del cristalino: extracción del cristalino opacificado y sustitución por una lente intraocular que haga su función.
Te contamos aquí cómo se realiza la operación, y qué precauciones hay que tener antes y después de operar a una mascota de catarata.
Cirugía de catarata congénita bilateral en un perro (paso a paso).
Paco Simó, oftalmólogo veterinario y director médico del IVO, desmonta falsos mitos sobre las cataratas en perros, gatos y caballos.
Seguimos el caso de Pepis, una perra abandonada con catarata congénita, que recuperó su visión en el IVO gracias a la colaboración de la Lliga Protectora d’Animals de Sabadell.
La catarata congénita, el problema de visión que probablemente fue la causa del abandono, puede ser tratado con una sencilla cirugía llamada facoemulsificación del cristalino