En fases avanzadas, el glaucoma en perros puede dar irritabilidad e incluso comportamiento agresivo debido al dolor. Los animales con glaucoma se van adaptando a la pérdida de campo visual sin darse cuenta, por ello las revisiones periódicas son tan importantes.
El glaucoma en perros, gatos y otros animales comprende un conjunto de enfermedades que dañan progresiva e irreversiblemente el nervio óptico, provocando una disminución de la visión.
El nervio óptico es una estructura clave. A través de ella, las imágenes que capta la retina se transmiten al cerebro (convertidas en impulsos nerviosos) para que éste las interprete y se genere la visión.
El humor acuoso es un líquido que se encuentra en el interior del ojo. Un ojo sano expulsa permanentemente parte de este líquido y lo sustituye con el nuevo que va generando. Si las vías de salida están obstruidas, el exceso de líquido aumenta la presión intraocular, lo que puede dañar irreversiblemente el nervio óptico.
Todas las especies animales pueden desarrollar glaucoma, y éste puede afectar a uno o a ambos ojos.
Si no se trata a tiempo o se controla de forma regular, el glaucoma puede terminar causando ceguera en el ojo afectado.
Un paciente no diagnosticado tendrá cada vez más dificultades para desenvolverse de forma normal, pero sólo mediante una adecuada exploración con los medios adecuados se podrá confirmar el diagnóstico del glaucoma y su tratamiento precoz.
Fases iniciales:
Fases avanzadas: glaucoma avanzado o ataques agudos de glaucoma
Los ataques agudos de glaucoma provocan ojos enrojecidos, visión borrosa, dolor intenso e incluso náuseas y vómitos.
Si no se trata a tiempo, o se controla de forma regular, el glaucoma puede afectar al carácter y terminar causando ceguera en el ojo afectado.
La evolución del glaucoma puede ser lenta y asintomática, pero en la mayoría de nuestras mascotas se presenta de forma aguda, por lo que es muy importante la prevención.
El glaucoma primario es debido a causas genéticas o anatómicas que impiden la correcta circulación del humor acuoso en el interior del ojo.
El glaucoma secundario es el que aparece tras un traumatismo o una enfermedad. En gatos y caballos éste es el tipo de glaucoma más frecuente, mientras que en perros el más frecuente es el primario.
En perros es más habitual el glaucoma primario o genético, por lo que puede aparecer en pacientes muy jóvenes, habitualmente de entre 2 y 5 años.
En cambio, en el caso de los gatos el glaucoma suele ser secundario a otros problemas como uveítis crónicas o luxaciones de cristalino, con lo que puede aparecer a cualquier edad.
La incidencia del glaucoma aumenta con la edad en todos los animales.
Hay razas de perro más predispuestas a desarrollar glaucoma, como son los Cocker, los Bichón Maltés o el Bulldog Francés.
En los gatos, en cambio, raramente se da glaucoma congénito o primario.
La única manera de prevenir el glaucoma es mediante una revisión oftalmológica para detectar predisposición genética o rasgos anatómicos.
Si existen casos de glaucoma en familiares directos como padres o hermanos, puede haber más predisposición a desarrollar glaucoma. En estos casos se puede prevenir con controles regulares y medicación preventiva.
Si en una revisión ocular se detecta lo que conocemos como “ángulo estrecho” o “ángulo displásico” (rasgos anatómicos), podría ser aconsejable iniciar medicación preventiva con unas gotas, especialmente por la noche.
Al ser una patología estrictamente ocular, los factores externos no tienen una gran incidencia en el glaucoma, aunque factores como la hipertensíón arterial sí pueden empeorar su evolución y complicar el control.
El Dr. Paco Simó nos cuenta qué es y cómo se trata el glaucoma en los animales de compañía:
El único factor de riesgo conocido contra el que se puede luchar es la presión intraocular alta. La detección precoz es fundamental, ya que la visión perdida por glaucoma no se recupera.
El tratamiento del glaucoma tiene el objetivo de frenar su evolución y conservar la visión mediante una reducción de la presión intraocular. Existen dos tipos de tratamientos, elegibles en función de la gravedad de cada caso:
Normalmente consigue controlar el glaucoma en los casos más leves mediante la administración de medicamentos.
Cuando el resultado del tratamiento médico no es el esperado, se opta por el tratamiento quirúrgico. Existen dos tipos de tratamiento quirúrgico:
Puede descargar aquí la guía con la información completa sobre el glaucoma en perros, gatos, caballos y otros animales.
Algunos casos de glaucoma en perro se pueden tratar con medicación, otros requieren cirugía, y otros, como en el caso de Deisy, soluciones distintas en uno y otro ojo.
Kyla padecía un glaucoma secundario a luxación de cristalino en ambos ojos. Tras confirmar que no podría recuperar visión se le realizó cirugía de evisceración y colocación de prótesis oculares (ojos artificiales) para para evitar el dolor y mejorar su calidad de vida.
Riky acudió al IVO para una valoración oftalmológica, puesto que aparentemente había perdido la visión del ojo derecho como consecuencia de un glaucoma.