En una perra joven como Olivia, una úlcera ocular sin cicatrizar durante más de dos semanas debe hacernos sospechar de úlcera indolente. Sin el tratamiento adecuado, podría persistir meses causando molestias y dolor.
Olivia es una bulldog francesa nacida en Paris que acudió a nuestro centro de Ibiza por una úlcera que no terminaba de cicatrizar en el ojo izquierdo.
Tras la exploración con la lámpara de hendidura, sospechamos un posible diagnóstico de una úlcera indolente, o también llamada de bordes desprendidos.
Las úlceras indolentes son úlceras superficiales crónicas que no consiguen resolver a través del proceso normal de cicatrización.
Este tipo de úlceras generan gran molestia al paciente, pudiendo causar picor y/o dolor, de forma que obligan a mantener el ojo cerrado (blefarospasmo).
Se producen cuando la capa superficial de la córnea (el epitelio corneal) tiene un defecto, generalmente congénito que le impide adherirse correctamente a la capa central y más fuerte de la córnea (el estroma corneal). Esta capa superficial desprendida produce una pequeña ampolla que al reventar causa una úlcera corneal de difícil cicatrización, con «bordes desprendidos».
Aunque en un inicio se las llamaba también úlceras del Boxer debido a su predilección por esta raza, se ha visto que son úlceras que ocurren en todas las razas. En especial, pueden aparecer también en otras razas braquicefálicas como el Boston Terrier o los Bulldog Inglés y Francés, y también en razas como el Caniche o el Golden Retriever. En los gatos, la raza más afectada es el Persa.
Sin el diagnóstico y tratamiento adecuados, las úlceras indolentes pueden persistir semanas o incluso meses.
Debemos sospechar un diagnóstico de úlcera indolente en cualquier perro de edad joven cuya úlcera corneal no haya cicatrizado en una o dos semanas.
Antes de confirmar el diagnóstico debemos descartar que la úlcera no haya sido provocada por un cuerpo extraño, un entropion o malformación del párpado, alguna masa palpebral, infecciones, anormalidades en la calidad de la lágrima, etc.
El tratamiento consiste en eliminar el tejido no adherido a la córnea de manera quirúrgica (queratectomía superficial) para permitir que el epitelio sano se adhiera y por tanto cicatrice la úlcera.
Para ello se utiliza una técnica llamada de desbridamiento corneal, que en ocasiones requiere de una repetición al cabo de un tiempo para su total cicatrización.
Es importante el uso del collar Isabelino para evitar el rascado, lo que podría agravar la úlcera.
Se suelen pautar colirios antibióticos para evitar infecciones secundarias y tratamiento para evitar las molestias del paciente durante los primeros días.
En el caso de Olivia, se realizó una queratectomia superficial con fresa diamante punta diamante, y se instauró un tratamiento a base de colirios.
Tras un par de semanas, la úlcera estaba completamente curada y se comenzó a tratar la cicatriz para obtener la mayor transparencia corneal posible.
Con el tratamiento adecuado conseguimos reducir mucho la hiperpigmentación del ojo y sus propietarios están muy contentos.
Olivia seguirá acudiendo a visitas de seguimiento para valorar su evolución.
Es un proceso que no suele ser doloroso para el animal pero es muy impactante para el propietario. Su tratamiento temprano evita complicaciones graves como el ojo seco.
IVO Oftalmología Eivissa es la única clínica de las Islas Baleares dedicada exclusivamente a la oftalmología veterinaria. Atendemos problemas oculares en perros, gatos, caballos, aves y exóticos.
El IVO es un centro de referencia cuya misión es la de colaborar activamente con los centros veterinarios para ofrecer la mejor atención oftalmológica a sus pacientes.