La angiografía fluoresceínica es una prueba diagnóstica que nos permite evaluar con detalle la vascularización de la retina y coroides.
Esta prueba consiste en la aplicación de colirios para dilatar la pupila y posteriormente la administración de un contraste intravenoso de fluoresceína sódica al paciente que recorre el torrente sanguíneo hasta llegar a la circulación de la retina y coroides.
Se recogen una serie de imágenes fotográficas seriadas que nos sirven para detectar anomalías de los vasos sanguíneos, procesos inflamatorios de la retina y coroides, anomalías del nervio óptico …
Es una prueba totalmente indolora pero habitualmente se realiza bajo sedación ya que requiere que el animal este tranquilo y quieto para poder obtener imágenes adecuadas para su estudio.
Este contraste se elimina en unas horas pero mientras perdura, se puede apreciar cierta coloración amarillenta en la piel y mucosas que termina por desaparecer.
La eliminación se realiza a través de la orina por lo que hay que tener en cuenta que ésta será de un color amarillo-verdoso intenso durante unas horas hasta que se elimine por completo.
Se suelen realizar en casos en los cuales se ve afectada la circulación de la retina con la consiguiente pérdida de visión total o parcial (trombosis venosas, hipertensión arterial, retinopatía diabética, degeneración de la retina, inflamaciones retina, inflamación coroides etc.).