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Enfermedades orbitarias en gatos

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Contenido médico revisado por Dr. Paco Simó, oftalmólogo veterinario de IVO. Última actualización: 25 Febrero 2025

Los gatos pueden desarrollar enfermedades orbitarias que afectan su visión y comodidad. Identificar los síntomas temprano es clave para un tratamiento eficaz y evitar complicaciones.

¿Qué son las enfermedades orbitarias?

Las enfermedades orbitarias en gatos son afecciones que afectan la cavidad orbitaria, el espacio que rodea el globo ocular. Este espacio contiene músculos, nervios, vasos sanguíneos y tejidos conectivos que sostienen y protegen el ojo.

Aunque las enfermedades orbitarias son menos comunes en gatos que en otras especies como los perros, cuando ocurren, pueden ser graves y requerir un tratamiento especializado. Estas afecciones pueden provocar síntomas significativos, como protrusión del ojo (exoftalmos), dolor, y en algunos casos, pérdida de visión.

La anatomía de los gatos, con una órbita cerrada y bien protegida por huesos, hace que ciertas afecciones sean menos frecuentes, pero cuando se desarrollan, pueden ser difíciles de tratar debido a la densidad y la complejidad de las estructuras circundantes.

Síntomas de las enfermedades orbitarias en gatos

Los síntomas más comunes de las enfermedades orbitarias en gatos incluyen:

  • Exoftalmos: Protrusión del globo ocular hacia afuera, lo que da al ojo una apariencia abultada y es uno de los signos más evidentes de una afección orbital.
  • Dolor al abrir la boca: Debido a la proximidad de la cavidad orbital a los músculos masticadores, los gatos pueden mostrar resistencia o dolor al abrir la boca, lo que puede manifestarse como dificultad para comer o rechinar de dientes (bruxismo).
  • Protrusión de la membrana nictitante: La membrana nictitante (tercer párpado) puede moverse hacia arriba, cubriendo parcialmente el ojo afectado, lo que es indicativo de inflamación o presión dentro de la órbita.
  • Estrabismo: Desviación del ojo afectado, que puede indicar un desplazamiento de las estructuras dentro de la órbita.
  • Pérdida de la movilidad ocular: La inflamación dentro de la órbita puede limitar el movimiento del ojo afectado, lo que puede observarse como una falta de respuesta o movimientos irregulares al examinar el reflejo visual.
  • Enoftalmos: En casos donde una masa o lesión está ubicada anteriormente en la órbita, el ojo puede parecer retraído en lugar de protruir.
  • Secreción ocular: Puede presentarse secreción purulenta o mucopurulenta, especialmente si hay una infección asociada.
  • Fiebre: Si la causa subyacente es una infección, la fiebre puede ser un signo de la respuesta inflamatoria sistémica del cuerpo.
Ojo izquierdo de un gato con inflamación y enrojecimiento en la conjuntiva, con protrusión de la membrana nictitante.

Imagen1. Ojo izquierdo de un gato con inflamación ocular severa, protrusión de la membrana nictitante e inflamación de la conjuntiva, compatibles con una patología orbitaria.

Gato con ojo izquierdo con afección ocular avanzada, mostrando inflamación y posible neoplasia o infección orbital grave.

Imagen 2. Gato con afección ocular avanzada, mostrando inflamación, protrusión del ojo y de la membrana nictitante, signos indicativos de una posible neoplasia o infección orbital grave en el ojo izquierdo.

Posibles causas de las enfermedades orbitarias en gatos

Las enfermedades orbitarias en gatos pueden tener diversas causas, cada una con implicaciones diagnósticas y terapéuticas específicas:

  • Abscesos y celulitis retrobulbares: Infecciones bacterianas que se desarrollan detrás del globo ocular, a menudo como resultado de infecciones dentales o respiratorias superiores. Los gatos con infecciones crónicas, especialmente en los dientes o los senos paranasales, son más susceptibles a desarrollar estos abscesos.
  • Neoplasias orbitarias: Los tumores que se desarrollan en los tejidos de la órbita o que han metastatizado desde otras partes del cuerpo son una causa frecuente de enfermedad orbital en gatos. Estos tumores suelen ser malignos, como el carcinoma de células escamosas o el linfoma, y pueden progresar rápidamente.
  • Cuerpos extraños: Los gatos, debido a su naturaleza curiosa, pueden introducir objetos pequeños como semillas, espinas o fragmentos de plantas en la órbita a través de la conjuntiva o la boca, lo que puede llevar a inflamación, abscesos y daño tisular.
  • Quistes Orbitarios: Aunque menos comunes, los quistes pueden ser congénitos o adquiridos y causar exoftalmos, dolor, y otros síntomas dependiendo de su tamaño y ubicación.
  • Infecciones respiratorias: Las infecciones crónicas de las vías respiratorias superiores, comunes en gatos, pueden extenderse a la órbita y provocar inflamación y formación de abscesos retrobulbares.
Primer plano de un ojo de gato con córnea opaca, inflamación y una lesión blanca en la superficie ocular.

Imagen 3. Lesión ocular severa con alteraciones oculares significativas, asociada a una enfermedad orbitaria avanzada, compatible con neoplasia retrobulbar.

Pruebas diagnósticas

El diagnóstico de las enfermedades orbitarias en gatos requiere un enfoque detallado y específico:

  • Examen oral y dental: Dado que las infecciones dentales son una causa común de enfermedades orbitarias en gatos, un examen dental completo es crucial, especialmente en los molares superiores.
  • Ecografía orbitaria: La ecografía permite visualizar masas, abscesos o quistes dentro de la órbita y diferenciar entre estructuras sólidas y líquidas. Es una herramienta no invasiva muy útil en gatos.
  • Radiografías dentales y de cráneo: Las radiografías ayudan a evaluar la estructura dental y ósea y pueden detectar cambios que indiquen la presencia de infecciones o neoplasias.
  • Tomografía computarizada (CT) o resonancia magnética (MRI): Estas técnicas avanzadas proporcionan una visión detallada de la cavidad orbital y son esenciales para evaluar la extensión y naturaleza de la enfermedad en casos complejos, especialmente en la planificación de cirugías.
  • Punción guiada por ecografía: Si se sospecha un absceso, se puede realizar una punción para obtener muestras de pus para cultivo, lo que permite identificar la bacteria responsable y determinar la sensibilidad a los antibióticos. También en sospecha de neoplasia puede ayudar en el diagnóstico del tumor.
Ojo de un gato con inflamación severa, ulceración corneal, compatible con un absceso retrobulbar, neoplasia o un proceso orbitario inflamatorio.

Imagen 4. Inflamación ocular severa del ojo derecho de un gato con signos de infección y daño corneal, compatible con un absceso retrobulbar, neoplasia o un proceso orbitario inflamatorio.

Tratamiento

El tratamiento de las enfermedades orbitarias en gatos depende de la causa subyacente:

  • Abscesos retrobulbares: Requieren drenaje quirúrgico y tratamiento con antibióticos sisté Es común realizar una incisión en la cavidad oral para permitir el drenaje del pus hacia la boca. La herida se deja abierta para asegurar un drenaje continuo.
  • Neoplasias: Los tumores orbitarios en gatos, a menudo malignos, pueden requerir cirugía para extirpar la masa. En casos avanzados, puede ser necesaria la enucleación (extracción) del ojo afectado para controlar la enfermedad. El pronóstico varía según el tipo de tumor y su extensión.
  • Cuerpos extraños: Deben ser removidos quirúrgicamente lo antes posible para evitar complicaciones adicionales. La extracción puede ser sencilla o requerir procedimientos más complejos, dependiendo de la localización del cuerpo extraño.
  • Quistes orbitarios: Pueden requerir cirugía si están causando síntomas significativos o si afectan la visión del gato. La eliminación completa del quiste es necesaria para evitar recidivas.
  • Infecciones respiratorias: El tratamiento de las infecciones subyacentes es esencial para controlar la propagación a la órbita. Los antibióticos sistémicos y, en algunos casos, la intervención quirúrgica pueden ser necesarios para drenar los abscesos asociados.

¿En qué gatos es más frecuente?

Las enfermedades orbitarias pueden afectar a cualquier gato, pero ciertas condiciones predisponen a algunas poblaciones:

  • Gatos mayores: Tienen un mayor riesgo de desarrollar neoplasias orbitarias, particularmente tumores malignos como el linfoma.
  • Gatos con problemas dentales: Son más propensos a desarrollar abscesos retrobulbares debido a la proximidad de las raíces dentales a la órbita.
  • Gatos con infecciones respiratorias crónicas: Pueden estar en riesgo de que las infecciones se propaguen a la órbita, especialmente en casos de rinitis crónica o sinusitis.
  • Gatos de vida libre o que tienen acceso al exterior: Están en mayor riesgo de introducir cuerpos extraños en la órbita debido a su exposición a entornos exteriores donde pueden interactuar con plantas o materiales que pueden causar lesiones.
Gato con secreción ocular en ojo izquierdo, indicativa de infección e inflamación secundaria a un absceso retrobulbar en este caso.

Imagen 5. Gato con enfermedad orbital y secreción ocular purulenta en el ojo izquierdo, indicativa de infección e inflamación secundaria a un absceso retrobulbar en este caso.

¿Se puede prevenir?

La prevención de las enfermedades orbitarias en gatos se centra en la higiene y la atención veterinaria regular:

  • Higiene oral: Mantener una buena higiene dental y realizar revisiones dentales regulares es esencial para prevenir infecciones dentales que puedan propagarse a la órbita.
  • Control de infecciones respiratorias: Tratar rápidamente cualquier infección respiratoria superior puede ayudar a evitar la propagación a la órbita.
  • Evitar cuerpos extraños: Limitar el acceso de los gatos a áreas donde puedan estar expuestos a cuerpos extraños potencialmente peligrosos es crucial. La supervisión en entornos exteriores también es importante.
  • Vigilancia temprana: Ante cualquier signo de inflamación o dolor ocular, es fundamental buscar atención veterinaria inmediata para evitar complicaciones graves.

En resumen, las enfermedades orbitarias en gatos, aunque menos comunes que en otras especies, pueden ser graves y requieren un diagnóstico y tratamiento rápidos. La prevención, junto con una atención veterinaria adecuada, puede ayudar a minimizar el impacto de estas afecciones en la salud ocular y general del gato.

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