Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, el IVO quiere concienciar a la población de que esta enfermedad, que afecta a más de 32 millones de personas en Europa, no es exclusiva de los seres humanos, sino que puede afectar también a las mascota (perros, gatos, caballos, conejos, hurones…). Se estima que esta patología afecta a 1 de cada 500 perros, y 1 de cada 230 gatos domésticos tienen diabetes, aunque la mayoría de ellos están sin detectar.
Pero, ¿en qué consiste la diabetes? Los animales, al igual que las personas, necesitan energía para vivir. Esta energía la obtienen convirtiendo los alimentos que ingieren en glucosa. La sustancia que permite que las células conviertan la glucosa que circula en sangre en fuente de energía es una proteína denominada ‘insulina’, producida por el páncreas.
La mayoría de animales tienen la diabetes de tipo 1, es decir, el páncreas no produce insulina por lo que sin esta hormona, las células no utilizan la glucosa en sangre, aumentando su nivel y las células carecen de la energía necesaria para vivir. Esta enfermedad suele afectar normalmente a perros a partir de los 6-7 años y a los gatos a partir de los 8-9 años de edad. En caballos comienza a aparecer a partir de los 12-14 años. Un ejemplo de animales propensos a padecer diabetes son los hurones. Éstos suelen padecer diabetes congénita (hereditaria) y comienzan a desarrollar los primeros síntomas a partir de 1-2 años de edad.
La diabetes, además, está estrechamente ligada a las enfermedades oculares, aunque las primeras señales no están relacionados con la vista. En muchas ocasiones estos síntomas pueden incluso pasar desapercibidas: beben más agua, orina más y suelen comer de forma voraz.
Es por esto que si no se detecta a tiempo la diabetes y se controla los niveles de glucosa en sangre del animal, pueden aparecer ciertas patologías oculares graves asociadas a esta enfermedad tales como la catarata diabética, síndrome de sequedad ocular (ojo seco), uveítis, glaucoma, desprendimiento de retina, retinopatía diabética o neuropatía diabética. Si estas enfermedades no son detectadas a tiempo y tratadas adecuadamente, podrían causar daños irreversibles e incluso provocar ceguera en los animales.
De todas ellas, las cataratas suele ser una de las primeras patologías en aparecer en los perros, gatos y hurones diabéticos. En el caso de los perros, éstos pueden desarrollar cataratas rápidamente, sufriendo una inflamación del cristalino, retención de líquido y aumento de su tamaño dentro del ojo. Como consecuencia de ello, puede producir uveítis, glaucoma y desprendimientos de retina.
Por otro lado, cuando los animales ya llevan tiempo con la diabetes pueden además desarrollar retinopatía diabética. Ésta es una enfermedad que suele pasar desapercibida y solamente es posible detectarse mediante controles rutinarios al oftalmólogo. Es en ese momento cuando se ven las lesiones, las denominadas microangiopatías, pequeñas hemorragias en el fondo del ojo (daño en los vasos sanguíneos de la retina).
Otra patología común asociada a la diabetes en animales es la neuropatía diabética, patología que consiste en un déficit de parpadeo del ojo, por lo que esto hace que aumente la sequedad ocular, las secreciones lagrimales a veces son prácticamente nulas y, como consecuencia de ello, aparecen úlceras corneales graves.
Así pues, el IVO recomienda realizar controles a las mascotas de forma periódica para detectar esta enfermedad de forma estricta y evitar así la aparición de otras patologías oculares asociadas que podrían causar daños irreversibles. Es muy importante además, que para mejorar la calidad de vida de nuestras mascotas, el IVO recomienda, al igual que las personas, una alimentación sana, sin exceso de azúcares y hacer que realicen ejercicio de forma periódica, puesto que la obesidad predispone a padecer diabetes.
Paco Simó, oftalmólogo veterinario y director médico del IVO, desmonta falsos mitos sobre las cataratas en perros, gatos y caballos.
Siempre es recomendable operar las cataratas diabéticas en perros cuanto antes. El caso de Duque muestra las complicaciones de retrasar la operación.
Los quirófanos de IVO son exclusivos para cirugía ocular: pensados, equipados e iluminados para operar ojos de animales.