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Cuerpos extraños en perros. Caso Duna.

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Contenido médico revisado por Dr. Paco Simó, oftalmólogo veterinario de IVO. Última actualización: 19 Noviembre 2024
Primer plano del ojo de Duna en quirófano, con el cuerpo extraño vegetal aún insertada en la córnea. La imagen destaca la complejidad del caso y la precisión necesaria para la extracción.
Primer plano del ojo de Duna en quirófano, con el cuerpo extraño vegetal aún insertado en la córnea.

Los cuerpos extraños corneales en perros son una urgencia oftalmológica que puede causar dolor intenso y daño ocular. La intervención temprana es fundamental para prevenir complicaciones y preservar la visión.

Duna es una perrita mestiza de 1 año de edad que acudió a IVO Ibiza, derivada por su veterinario, debido a un cuerpo extraño corneal.

Esa mañana, se dieron cuenta de que Duna llevaba su ojo izquierdo cerrado (blefarospasmo, cierre involuntario del ojo debido al dolor). Al examinarla le encontraron algo clavado en el ojo.

Debido al dolor que padecía Duna, no fue posible realizar una exploración completa en consulta y se comentó con los propietarios que sería necesario valorar bien a Duna en quirófano, bajo anestesia general, para poder extraer el cuerpo extraño del globo ocular y poder valorar si había dañado no sólo la córnea, sino otras estructuras internas del ojo.

Una vez en quirófano, se extrajo el cuerpo extraño con sumo cuidado para evitar daños en el iris y sangrado en el ojo, y se hicieron lavados de la cámara anterior del ojo para evitar infecciones secundarias. Además, pudimos valorar la integridad de la lente intraocular (cristalino), importantísimo para el pronóstico de su visión, puesto que si la lente está dañada puede requerir cirugía de lente intraocular (facoemulsificación) para evitar la pérdida de visión e incluso el globo ocular.

La imagen 1 fue tomada con el microscopio quirúrgico. Este equipo es esencial para la extracción precisa y para evaluar la integridad del cristalino.

Primer plano del ojo de Duna mostrando el cuerpo extraño vegetal penetrando completamente la córnea, evidenciando la gravedad del cuerpo extraño y la necesidad de intervención quirúrgica.

Imagen 1

La imagen 2 muestra a Duna en quirófano donde se aprecia como ha penetrado una espina de origen vegetal la totalidad de la córnea.

Imagen lateral del ojo de Duna donde se observa claramente el cuerpo extraño vegetal en la córnea, afectando la visión y requiriendo extracción cuidadosa en quirófano.

Imagen 2

En la imagen 3 se observa que el ojo de Duna, una semana después de la cirugía, muestra una lesión en el iris causada por el cuerpo extraño, pero no presenta signos de inflamación o infección ocular.

Ojo de Duna una semana después de la cirugía. Se observa una cicatriz en el iris, sin signos de inflamación ni infección, indicando una recuperación favorable tras la intervención.

Imagen 3

Un poco de información sobre los cuerpos extraños en perros

Los cuerpos extraños corneales suelen ser de origen vegetal (espinas, cactus, algas, ramas, etc.), incrementando el riesgo de infección secundaria. Los perros jóvenes y de trabajo tienen hasta seis veces más probabilidades de padecer un cuerpo extraño corneal debido a su actividad (pastores, cazadores, perros policía…). Sin embargo, esto también puede ocurrirles a nuestras mascotas durante un paseo por el campo o la playa, o al intentar sacar una pelota de un arbusto

Los signos que puede mostrar nuestra mascota son muy variables, desde hiperemia conjuntival (enrojecimiento del ojo), lagrimeo excesivo, fotofobia (rechazo a la luz), blefarospasmo (ojos cerrados) e incluso apatía.

Cuando sospechamos de un cuerpo extraño, es fundamental una exploración oftalmológica completa para poder cerciorarnos de que el objeto, o sus fragmentos, no se encuentran dentro del globo ocular y que no hayan dañado otras estructuras internas del ojo. En ocasiones, es necesario el uso de sedantes o anestesia general para poder valorar bien los daños intraoculares, puesto que el 45% de los cuerpos extraños que han perforado la totalidad de la córnea, generan daños en la lente, pudiendo comprometer el globo ocular.

No todos los cuerpos extraños son puntiagudos como el de Duna. También pueden ser ovalados o romos, quedándose adheridos a las capas más superficiales de la córnea y pudiendo penetrar o migrar con el paso del tiempo, por eso es importante la valoración oftalmológica siempre que se sospeche de un cuerpo extraño.

Cuerpo extraño vegetal extraído del ojo de Duna, medida junto a una regla para mostrar su longitud. Este cuerpo extraño fue responsable de la perforación corneal que sufrió la perra.

Imagen del cuerpo extraño que sacamos a Duna. Parecía una espina de alguna planta.

Es importante tener en cuenta la cantidad y calidad de lágrima de nuestras mascotas, puesto que déficits en ellas pueden aumentar el riesgo de padecer cuerpos extraños corneales.

A continuación, compartimos dos imágenes de Duna, proporcionadas por su tutora.

Duna con collar isabelino tras la cirugía, en fase de recuperación. La perra muestra buen ánimo y no evidencia molestias, lo que indica una evolución favorable del caso.

Duna con collar isabelino tras la cirugía, en fase de recuperación.

 

Duna descansando en casa tras la intervención. Su expresión tranquila y estado general reflejan una buena recuperación tras el procedimiento oftalmológico para extraer el cuerpo extraño.

Duna tras su recuperación.

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