La cirugía de entropión puede practicarse en una gran variedad de animales. En el caso de Lo Pang, una rata sin vello, la cirugía de entropión fue la solución a un problema de párpados que le provocaba mucho dolor.
Lo Pang tenía molestias en el ojo izquierdo, se rascaba y tenía secreciones. Foto: IVO
Lo Pang es una rata macho de 8 meses de edad, de una especie que carece de pelo en todo su cuerpo. Acudió a nuestra consulta porque hacía dos meses que tenía molestias en el ojo izquierdo, se rascaba y tenía secreciones.
En el caso de Lo Pang se realizaron las siguientes pruebas para averiguar la causa de las molestias y secreciones del ojo izquierdo:
Tras la exploración con biomicroscopía, se apreció que nuestro pequeño paciente tenía entropión, un enrolamiento de los párpados hacia el interior de manera que la piel y pelos rozan de manera continua y dolorosa la córnea, produciendo una irritación constante.
Se descartó la presencia de úlcera mediante la tinción con fluorescerína, pero sí se observaron secuelas de fibrosis corneal.
La veterinaria Uxue Fernández y Natalia Curull preparan al paciente para la cirugía en el IVO. Foto: IVO.
En el caso de Lo Pang se recomendó la cirugía para la corrección de la posición de dichos párpados. La cirugía de entropion se llevó a cabo por el Dr. Simó 4 días después de la visita.
Video de cirugía de entropion en un roedor de raza rata calva (caso Lo Pang). Foto: IVO
La cicatrización fue correcta, de manera que ya los párpados no le rozan la córnea. La recuperación postquirúrgica fue magnífica, pese a que este pequeño roedor intentase sacarse los puntos por sí solo.
Hoy por hoy Lo Pang está con un tratamiento de mantenimiento de lágrimas artificiales por sequedad ocular. Nuestro pequeño paciente ya no se rascará más el ojo.
Lo Pang tras la cirugía de entropion, celebrándolo con un premio. Foto: IVO
La rata Lo Pang en su última revisión tras la cirugía de entropion practicada en el IVO, ya sin ninguna molestia en el párpado. Tras su recuperación sólo necesita mantenimiento con lágrimas artificiales. Foto: IVO.