El absceso retrobulbar es una condición ocular seria que puede causar dolor extremo y pérdida de visión. Identificarlo a tiempo es crucial para un tratamiento efectivo y evitar complicaciones.
Un absceso retrobulbar es una acumulación de pus que se forma detrás del globo ocular, en la cavidad orbitaria. Esta afección es una de las enfermedades orbitarias más comunes en perros, pero también puede presentarse en otras especies como, gatos, caballos y otros animales. Debido a la anatomía particular de los perros, donde la órbita es incompleta y está parcialmente formada por huesos y tejidos blandos, estos abscesos pueden desarrollarse fácilmente y causar síntomas graves, incluyendo dolor intenso y protrusión del ojo (exoftalmos).
Los síntomas de un absceso retrobulbar incluyen:
El absceso retrobulbar suele ser causado por infecciones bacterianas que se desarrollan detrás del globo ocular. Las causas más comunes incluyen:
El diagnóstico de un absceso retrobulbar en animales requiere una evaluación exhaustiva. Las pruebas incluyen:
El tratamiento del absceso retrobulbar se centra en el drenaje quirúrgico y el uso de antibióticos sistémicos. Los pasos incluyen:
El absceso retrobulbar es más común en perros, especialmente en aquellos que tienen tendencia a masticar objetos extraños o que presentan infecciones dentales. Los perros jóvenes y las razas con predisposición a enfermedades dentales son más susceptibles. Sin embargo, los gatos y caballos también pueden desarrollar abscesos retrobulbares, aunque con menor frecuencia. Es esencial que los propietarios de todas las especies estén atentos a los signos de esta afección y busquen atención veterinaria de inmediato.
La prevención de los abscesos retrobulbares se centra en mantener una buena higiene oral y evitar que los animales mastiquen objetos que puedan causar lesiones o introducir bacterias en la cavidad oral. Realizar exámenes dentales regulares y tratar rápidamente cualquier signo de infección dental o bucal es clave para reducir el riesgo de desarrollar un absceso retrobulbar. Ante cualquier síntoma de infección o inflamación alrededor de los ojos, la nariz o la boca, es crucial acudir rápidamente al veterinario.
En resumen, aunque el absceso retrobulbar es más común en perros, también puede presentarse en gatos, caballos y otras especies. Con un diagnóstico y tratamiento adecuados, es posible gestionar eficazmente esta afección, preservando la salud ocular y general de nuestras mascotas.
Cavidad bucal con inflamación por detrás del último molar superior diagnosticado de absceso retrobulbar. El círculo muestra la inflamación.
Drenaje del absceso mostrado en la imagen 2. Se observa material purulento drenando de la zona afectada.
Ojo izquierdo de un perro diagnosticado en IVO con acceso retrobulbar. Ojo el día de la primera visita.
Ojo izquierdo del mismo paciente 10 días después de la intervención quirúrgica donde se procedió al drenaje.
Nala, un Labradoodle de 3 años, superó un absceso retrobulbar gracias a una intervención oportuna y tratamiento postoperatorio. Su visión y salud ocular fueron restauradas.
Los quirófanos de IVO son exclusivos para cirugía ocular: pensados, equipados e iluminados para operar ojos de animales.
La diabetes está estrechamente ligada a las enfermedades oculares. Si no se detectan a tiempo, y se mantiene un control correcto de los niveles de glucosa en sangre, pueden incluso provocar ceguera en los animales.