La proptosis ocular es la salida del globo ocular de su órbita, de forma que queda atrapado por delante de los párpados, que a su vez impiden su reintroducción espontánea.
Las proptosis en perros y otros animales suelen deberse a traumatismos como golpes, peleas entre animales, atropellos, etc.
La proptosis ocular es una urgencia que debe corregir inmediatamente un especialista para reducir el riesgo de pérdida irreversible de visión.
Mientras se llega hasta el centro veterinario, lo recomendable es mojar unas gasas con suero o agua y mantener ese globo ocular mojado para evitar que se reseque.
El pronóstico visual tras una proptosis es reservado, puesto que al salir el ojo de la órbita puede producirse una tracción o incluso una rotura del nervio óptico.
Algunas de las patologías que pueden surgir como consecuencia de esta patología son:
Las razas llamadas braquicéfalas, como el Bulldog Francés o el Carlino, son más propensas a sufrir proptosis oculares ya que su órbita es más aplanada y la abertura palpebral es mayor.
Puedes consultar aquí los detalles del caso Homer, un perro raza carlino a quien la recolocación urgente del globo ocular y el posterior tratamiento de cicatrices corneales le ha permitido preservar la visión: Caso clínico de prolapso ocular, una urgencia grave en un carlino. (Caso Homer).
Homer es un carlino que acudió de urgencias con el ojo fuera de órbita con solo 3 meses de edad. Una intervención urgente le permitió recuperar visión a pesar de la gravedad del accidente.
Las úlceras corneales tienen buen pronóstico si se consigue evitar la infección. El tratamiento adecuado consigue minimizar cicatrices y evitar pérdida de visión
Aunque inicialmente no suele provocar ceguera y el propietario de la mascota no suele darse cuenta, un desprendimiento de retina que no se trata correctamente puede provocar pérdida irreversible de visión, e incluso ceguera.