Los animales, al igual que las personas, pueden padecer alergias. En el caso de los perros son más frecuentes entre el año y los seis años de edad, aunque pueden desarrollarlas a lo largo de toda su vida.
Las alergias son reacciones del cuerpo frente a unas sustancias denominadas alérgenos, tales como el polen, los ácaros del polvo, ciertos alimentos, las picaduras de insectos, etc.
Son más comunes en primavera, cuando llegan las lluvias, empieza el calor y el aire se carga de polen y otros organismos externos que pueden producir reacciones alérgicas. Un ejemplo de éstos organismos son las pulgas, que tienden a proliferar en primavera y verano.
Un caso especial de reacción alérgica es la alergia a la procesionaria del pino, cuyo tratamiento debe ser urgente para evitar consecuencias graves para la visión. Si bien suele producirse a finales de invierno, cuando la procesionaria baja de los nidos, cada vez se presentan más casos hasta bien entrada la primavera. Consulta aquí cómo tratar la alergia a la procesionaria del pino.
Algunas de las manifestaciones más comunes de las alergias en los animales son los picores, la piel se irrita y enrojece, al igual que la cara, orejas, axilas y también los ojos.
Además del enrojecimiento ocular, también se manifiestan las alergias con un aumento de las secreciones conjuntivales, produciendo molestias en el paciente.
Si las molestias son importantes, es conveniente acudir al oftalmólogo para que recete productos suaves de descongestión ocular como suero fisiológico o algún tipo de lágrimas artificiales que sean bien toleradas por el paciente.
La mejor manera es evitar la exposición a los agentes alérgenos y, puesto que los animales por sí solos no son capaces de hacerlo, es aconsejable realizar una limpieza ocular después de salir a pasear o estar en contacto con otros perros o posibles agentes alérgenos, (polvo abundante, arena de playa, etc.). Si no se eliminan estos restos de sustancias en el ojo podrían desembocar en otros problemas oculares como la conjuntivitis.
Otras medidas de prevención además de la higiene de los ojos de las mascotas, es que éstas vivan en un espacio limpio adecuado a sus necesidades, además de seguir una alimentación sana y nutritiva.
Algunas razas de perros suelen ser más propensas a sufrir alergias debido a sus ojos saltones, ya que están más expuestos agentes externos como el polvo o el polen. Entre ellas destacan el Bulldog Francés, el Bulldog Inglés, el Boston Terrier o el Carlino.
Las alergias en perros son más frecuentes entre el año y los seis años de edad, aunque pueden desarrollarlas a lo largo de toda su vida.
La conjuntivitis es una de las afecciones oculares más comunes en perros y gatos. Se trata de la inflamación de la conjuntiva, una membrana transparente que rodea el ojo y lo protege. Cuando se inflaman los vasos sanguíneos de la conjuntiva es cuando se observa el ojo enrojecido.
Su tratamiento depende de la causa, que no sólo es alérgica sino que puede ser también bacteriana.
El tratamiento suele ser bastante simple en el caso de la conjuntivitis alérgica ya que se trata con productos antialérgicos, pero en el caso de la conjuntivitis infecciosa es conveniente que el oftalmólogo determine qué medicamento es más adecuado para la infección.
Consulta aquí más información sobre cómo detectar y tratar la conjuntivitis.
La conjuntivitis es una de las afecciones oculares más comunes en perros y gatos y consiste en la inflamación de la conjuntiva, una membrana transparente que rodea el ojo y lo protege
Cuando la superficie ocular no tiene una buena lubricación, la córnea o la conjuntiva se resecan y producen una combinación de síntomas que denominamos enfermedad de ojo seco.
Cómo debemos actuar ante la reacción alérgica provocada por la procesionaria del pino en nuestro perro. Una intervención rápida evitará complicaciones graves para su visión.