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Catarata en ambos ojos – Caso Miso

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Contenido médico revisado por Dr. Paco Simó, oftalmólogo veterinario de IVO. Última actualización: 31 Agosto 2022
Miso, una Jack Russell de 12 años operada de catarata bilateral en IVO

El caso de Miso ilustra el proceso a seguir para evaluar las cataratas caninas, determinar el pronóstico visual del paciente y descartar riesgos en una operación de catarata bilateral.

Síntomas y antecedentes

Miso es una hembra de Jack Russell de 12 años de edad que acudió a IVO para una primera valoración de cataratas bilaterales.

Sus propietarios habían notado un inicio de catarata en el ojo izquierdo hacía un año y medio aproximadamente, y en los últimos dos meses pérdida de visión por la noche y durante el día, coincidiendo con la aparición de una catarata en el ojo derecho.

¿Qué son las cataratas?

La catarata es una opacidad del cristalino, que es la lente intraocular que acomoda la visión. La opacidad del cristalino puede estar causada por múltiples factores como son:

  • traumatismos
  • causas hereditarias o genéticas
  • diabetes
  • asociadas a degeneraciones de retina
  • inflamaciones oculares como uveitis

En algunos tipos de cataratas (cataratas intumescentes) el cristalino aumenta de volumen,  lo cual puede provocar que incluso se rompa la cápsula que rodea al cristalino y cause inflamación intraocular, agravando el estado de los ojos y llegando a ser necesaria una cirugía de urgencia.

Si la catarata está muy avanzada, debido a su peso, pueden romperse los ligamentos que la sostienen y subluxarse o luxarse totalmente (desplazarse), pudiendo también ocasionar cirugías de urgencia o ceguera permanente.

Catarata intumescente y cristalino luzado

Catarata intumescente (el cristalino aumenta de volumen) y luxación de cristalino (se rompen los ligamentos que lo sostienen y éste se desplaza). Gráfico: IVO.

 

En pacientes diabéticos, múltiples estudios demuestran que devolver la visión al paciente ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre, puesto que están más animados y comienzan a hacer ejercicio de nuevo. Las cataratas diabéticas suelen desarrollarse muy rápido, incluso llegando a sorprender a nuestros clientes, puesto que en solo 15 días puede desarrollarse una catarata hipermadura con el riesgo que conlleva, recomendando siempre su cirugía cuanto antes.

Pruebas para el diagnóstico

En un paciente con cataratas se evalúa su función visual y el estado de las cataratas.

Se realizan test visuales para detectar si los ojos del paciente reaccionan a la luz blanca o luces cromáticas. En caso de que las cataratas sean muy maduras y opacas, éstas nos imposibilitan la visualización de la retina mediante el oftalmoscopio indirecto, por lo que serán necesarias diferentes pruebas para evaluar el estado de la retina.

Muchos pacientes diabéticos tienen alteraciones de la lágrima por lo que realizaremos un test de Schirmer para valorar el estado de la película lagrimal.

Es muy importante la medición de la presión intraocular para determinar si se trata de un paciente con riesgo a padecer glaucoma postquirúrgico.

La ecografía es una prueba complementaria muy importante en el examen prequirúrgico de cataratas. En muchos pacientes, debido a la catarata que presentan, no podemos ver la retina. Con la ecografía podemos valorar el estado y posición de la retina, así como el estado del vítreo (una estructura gelatinosa y transparente encargada de dar forma al globo ocular y de actuar como soporte para la retina). Vítreos degenerados pueden predisponer a futuros desprendimientos de retina.

Tanto el desprendimiento de retina como el glaucoma son las principales complicaciones postquirúrgicas de cataratas que pueden provocar pérdida de visión.

La electroretinografía también resulta ser una prueba importante a la hora de decidir si operar o no a un paciente de cataratas. Esta prueba consiste en evaluar la capacidad que tiene la retina de captar la luz y enviar la información al cerebro para que este forme una imagen.

Tras el estudio de la función de la retina junto con el resto de pruebas anteriormente mencionadas, se recomendará o no la cirugía de catarata.

Ojo de perro con catarata

Ojo derecho de Miso antes de la operación de cataratas. Foto: IVO

Ojo de perro con catarata

Ojo izquierdo de Miso antes de la operación de catarata. Foto: IVO

Operación de catarata en perro - Post-operatorio

Ojo derecho de Miso después de la operación de cataratas. Foto: IVO

Operación de catarata en perro - Post-operatorio

Ojo izquierdo de Miso después de la operación de cataratas. foto: IVO

 

Tratamiento

En el caso de Miso, la catarata del ojo derecho estaba más desarrollada que la del izquierdo, pero se operaron ambas el mismo día para que su recuperación fuera más rápida y solo tuviera que pasar por quirófano una vez.

Durante las visitas postoperatorias no se observaron complicaciones. Miso tuvo una muy buena recuperación visual de ambos ojos, tan rápida que enseguida quiso volver a jugar con la pelota.

 

Operación de cataratas - Caso Miso

Miso, una Jack Russell operada de cataratas en ambos ojos en IVO.

 

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