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Ojo seco en caballos. Caso Balder

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Contenido médico revisado por Dr. Paco Simó, oftalmólogo veterinario de IVO. Última actualización: 25 Mayo 2023
Ojo seco en caballo - Caso clínico
Balder, un caballo con problemas de superficie ocular, junto con su propietaria Noemi en la Hípica Cal Dandy

El ojo seco es una patología compleja que no se suele detectar en equinos. Sin embargo, su diagnóstico y correcto tratamiento puede mejorar de forma muy significativa la calidad de vida del paciente.

Síntomas y antecedentes del caso

Balder es un caballo macho castrado de pura raza española (PRE) de 24 años de edad que llevaba dos meses con hinchazón en el ojo (quemosis), secreción mucosa, cierre involuntario del párpado (blefarospasmo) y heridas o úlceras corneales recurrentes en ambos ojos.

Se le habían diagnosticado las siguientes patologías:

  • posible queratitis inmunomediada: una inflamación de la córnea que se produce cuando el sistema inmunitario del paciente se equivoca y lucha contra las propias estructuras oculares
  • úlcera de bordes desprendidos: un tipo herida en la córnea cuya causa es un defecto, generalmente congénito, en la capa más externa de la córnea (epitelio) por el cual éste se despega de la capa central de la córnea y produce una pequeña ampolla o úlcera corneal de difícil cicatrización.
  • leucoma cicatricial: alteración de la superficie de la córnea que puede deberse a cicatrices, quemaduras o infecciones.

Se le había prescrito tratamiento tópico con colirios para la úlcera y tratamiento sistémico vía oral, además de recomendar máscara protectora antimoscas para evitar daños o agresiones por agentes externos. Una vez cicatrizada la úlcera se había iniciado tratamiento para la queratitis inmunomediada, pero las distintas combinaciones de tratamiento que se le fueron aplicando no conseguían mejorar el dolor ni la inflamación, por lo que a los dos meses de tratamiento el propietario de Balder decidió solicitar una segunda opinión en IVO.

Exploración y pruebas diagnósticas de ojo seco

En el examen oftalmológico a distancia y la biomicroscopia con lámpara de hendidura realizados por parte del equipo de IVO se observaron los siguientes:

  • blefaroespasmo, síntoma de dolor ocular.
  • inflamación de las glándulas que se relacionan con la calidad de la lágrima, llamadas glándulas de Meibomio
  • secreción mucosa
  • hiperemia o enrojecimiento del ojo y de la conjuntiva
  • perdida de brillo y transparencia de la cornea

En el examen de córnea y el test de fluoresceína no se apreciaron úlceras, pero sí varios síntomas relevantes, como se puede apreciar en las fotografías siguientes:

 

Caballo con problemas de superficie ocular - 1a visita - Caso Balder

Fotografías ampliadas de la primera visita en IVO. Se observan gracias al flash de la cámara distintas lesiones como rugosidad de la córnea y opacidades corneales.

 

Caballo con problemas de superficie ocular - 2a visita - Caso Balder

Fotografías de la segunda visita en IVO. Se aprecia hiperemia conjuntival, inflamación de las glándulas de Meibomio y la córnea irregular, mate y con opacidades. Foto: IVO.

 

Habiendo sido descartadas otras posibles causas de queratitis en caballos, y teniendo en cuenta la evolución de los síntomas y la exploración realizada, se planteó la sospecha de una enfermedad de ojo seco.

Los síntomas de ojo seco equino pueden incluir blefarospasmo, fotofobia, hiperemia conjuntival, opacidades corneales, ulceraciones, alteraciones de la visión, molestias en la superficie ocular y en algunos casos blefaritis o inflamación del párpado. Todos ellos compatibles con los que presentaba Balder.

En los caballos, el ojo seco cuantitativo (por cantidad insuficiente de lágrima) se asocia mayoritariamente a patologías de los nervios facial y trigémino, pero es poco común, mientras que el ojo seco cualitativo o evaporativo (por composición inadecuada de la lágrima) se asocia a problemas de párpados o a una disfunción de las llamadas glándulas de Meibomio (DGM), que puede causar cambios en la calidad de la lágrima y provocar así su evaporación.

Para confirmar el diagnóstico de ojo seco  y sus características se practicaron las siguientes pruebas diagnósticas:

  • Test de Schirmer
  • Tiempo de ruptura de película lagrimal BUT
  • Citología conjuntival
  • Prueba OSAVET (interferometría, tiempo de ruptura de la película lacrimal no invasivo NIBUT, medición del menisco lagrimal y meibografía)
  • Citología de impresión

Los resultados de las pruebas OSAVET y la citología de impresión permitieron confirmar un diagnóstico de ojo seco cualitativo por disfunción de las glándulas de Meibomio (DGM) .

Es decir, los ojos de Balder no estaban segregando una lágrima de calidad suficiente como para proteger la superficie corneal lo que causaba la irritación e inflamación de la conjuntiva, y puede facilitar la aparición de úlceras corneales recurrentes.

En las fotografías siguientes pueden apreciarse los resultados de algunas de las pruebas que conforman el estudio completo de la lágrima OSAVET, que nos permite determinar qué capa de la película lagrimal está afectada y posteriormente implementar un tratamiento adecuado:

 

Evaluación de la película lagrimal mediante NIBUT OU

Evaluación de la película lagrimal de Balder mediante NIBUT. Foto: IVO.

 

Meibografía infrarroja en caballo

Meibografía infrarroja de los ojos de Balder. Foto: IVO

 

En la fotografía siguiente pueden verse las imágenes de la citología de impresión, una técnica simple y no invasiva que permite el estudio de múltiples desórdenes de la superficie ocular a partir del análisis de sus células y tejidos. En particular, resulta muy útil para el diagnóstico de ojo seco.

 

Citología de impresión conjuntival en caballo

Imágenes a través del microscopio de la citología de impresión conjuntival de los ojos de Balder

 

Tratamiento

Se instauró un tratamiento tópico con inmunomoduladores, gel hidratante para los párpados con ácido hialurónico y DHA-Omega-3 entre otros, y suplementos orales de ácidos grasos Omega-3 y Omega-6.

A las dos semanas ya se apreció mejoría de todos los síntomas, y la buena evolución durante las semanas posteriores permitió reducir de forma rápida la frecuencia del tratamiento y simplificar así su administración.

En las visitas regulares durante los primeros seis meses de tratamiento observamos una mejora significativa de los síntomas, sin nueva aparición de úlceras ni molestias oculares, salvo ligera secreción mucosa que empeoraba los días de viento.

Ojo seco en caballo - Tratamiento 2 semanas - Caso Balder

Ojos de Balder a las dos semanas de tratamiento. Se puede observar la rápida mejora de los signos clínicos oculares. Foto: IVO.

 

Ojo seco en caballos - 6 meses tratamiento - Caso Balder

Ojos de Balder después de la aplicación del test de fluoresceína en la última visita por parte de IVO a los 6 meses de tratamiento. Se observa una mejora clara de los signos clínicos oculares. Foto: IVO.

 

Conclusiones

La enfermedad del ojo seco en caballo no se diagnostica con frecuencia, y sin embargo tanto en humanos como en perros es una de las enfermedades más comunes de la oftalmología.

Según nuestro criterio, la enfermedad de ojo seco podría estar infradiagnosticada en equinos por varias razones. Una de ellas es que no se tiene en cuenta en el diagnóstico diferencial de enfermedades de la superficie ocular (por ejemplo, no se suele investigar la causa principal de la úlcera epitelial). Otra razón es que podría estar relacionada con la edad, ya que la esperanza de vida de los caballos ha aumentado considerablemente en los últimos años.

Es importante tener en cuenta que la combinación de diferentes tests y pruebas complementarias permite un mejor diagnóstico que el que se obtiene con un test o prueba de manera individual. Por este motivo, siempre se recomienda combinar diferentes tests para conseguir que el diagnóstico sea lo más correcto posible.

Existen diferentes tratamientos para el ojo seco cualitativo por DGM tanto en veterinaria como en medicina humana.. A nuestro parecer, cada caso es diferente, por lo que el tratamiento se debe de considerar de forma individual dependiendo de los signos clínicos, evolución, ambiente donde vive el paciente y la disponibilidad por parte de propietarios o cuidadores de aplicar el tratamiento.

En conclusión, las enfermedades oculares como el ojo seco son difíciles de diagnosticar en caballos, pero según nuestra experiencia deberían tenerse en cuenta en el diagnóstico diferencial de los problemas de superficie ocular para mejorar la calidad de vida de estos pacientes. 

 

Más información

Disfunción de las glándulas de Meibomio y ojo seco evaporativo asociado: descripción de un caso clínico y su diagnóstico en un caballo. Reverté, M., Simó, M., Simó, F (IVO). Revista Lince Núm. 24 págs. 19 – 26. Sociedad Española de Oftalmología Veterinaria (SEOVET).

 

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