Kyla acudió a la consulta de IVO con un fuerte dolor e inflamación ocular. Tras confirmar que ya no era posible recuperar visión, y para mejorar su calidad de vida, se propuso una cirugía de evisceración y colocación de prótesis oculares (ojos artificiales).
Kyla es una perra de raza pastor alemán que a sus 11 años acudió de urgencias a nuestra consulta desde Andorra. Padecía un fuerte dolor e inflamación intraocular.
Kyla se estaba tratando ya en su clínica habitual por la ceguera derivada de una degeneración de retina, pero unos días antes de visitarnos su veterinario le había detectado alta presión ocular.
Se practicaron varias pruebas oculares a Kyla para evaluar el grado de evolución del glaucoma y el tipo de tratamiento más adecuado a su caso particular:
Kyla padecía un glaucoma secundario a la luxación de cristalino en ambos ojos. Las pruebas confirmaron que no podría recuperar visión
El cristalino es la lente interior del ojo, que ayuda a ver mejor. La luxación del cristalino se produce cuando éste se desprende de su posición correcta dentro del ojo, y se desplaza hacia la parte anterior del ojo (luxación anterior) o hacia parte posterior (luxación posterior).
Las alteraciones de la posición del cristalino dentro del ojo pueden provocar dolor por la inflamación que produce el cristalino moviéndose dentro del ojo, pero además pueden desencadenar un aumento de la presión intraocular y por lo tanto un glaucoma secundario.
El glaucoma engloba un grupo de enfermedades que provocan un daño progresivo del nervio óptico, con la consiguiente disminución en el campo visual.
El glaucoma secundario es el que aparece tras un traumatismo, predisposición racial, tumores intraoculares, cataratas hipermaduras ….
Puede afectar a un ojo o a los dos, y puede no dar síntomas hasta que está muy avanzado. Es difícil que la visión perdida a causa del glaucoma se pueda recuperar.
El único factor de riesgo conocido contra el que se puede luchar para frenar la evolución el glaucoma es la presión intraocular alta
Dado que Kyla no podría recuperar visión, y para evitar otros episodios dolorosos por el cristalino luxado y el glaucoma se propuso a los propietarios una cirugía de evisceración con prótesis intraocular bilateral (ojos artificiales).
Se le realizó la evisceración de los dos globos oculares y la introducción de dos prótesis intraoculares, con posterior tratamiento antibiótico y antinflamatorio.
Actualmente Kyla visita su clínica habitual en Andorra para el control postquirúrgico y nos mantienen informados vía e-mail.
No ha habido complicaciones y los propietarios están muy contentos por los resultados. Kyla es ahora una perra feliz y sin dolor, y sigue yendo a la montaña a dar sus largos paseos.
El animal con glaucoma se va adaptando a la pérdida de campo visual sin darse cuenta, por ello las revisiones periódicas son tan importantes. En fases avanzadas, la enfermedad produce una especial irritabilidad, comportamiento agresivo debido al dolor, y ceguera.
El glaucoma es una enfermedad ocular que padecen millones de personas en todo el mundo pero, ¿y los animales? ¿Pueden tener esta patología?
Algunos casos de glaucoma en perro se pueden tratar con medicación, otros requieren cirugía, y otros, como en el caso de Deisy, soluciones distintas en uno y otro ojo.