Una herida en la superficie del ojo que llega a infectarse puede requerir de un transplante corneal para recuperar visión.
Massai es un potro de un año de edad de raza Camargue. Su propietaria es veterinaria de caballos en Francia y nos contactó desde allí porque llevaba diez días con una herida en el ojo derecho que en lugar de cicatrizar estaba empeorando.
En nuestra primera visita realizamos una exploración oftalmológica completa para diagnosticar el tipo de herida o úlcera que padecía Massai en el ojo, primer paso para evaluar el tratamiento adecuado.
Las úlceras corneales son heridas que afectan a la córnea, la capa transparente del ojo que cubre el iris y la pupila y permite que la luz entre en su interior. El tipo de tratamiento a aplicar depende de su origen, forma y nivel de afectación.
En el caso de Massai, se trataba de una úlcera descemética (o demestoceles) contaminada, es decir, una herida infectada que afectaba a todas las capas de la córnea excepto la última, la llamada Membrama de Descemet, que es la que impide la perforación de la córnea.
Este tipo de úlceras se consideran urgencias oftalmológicas y requieren de cirugía para salvar el ojo y preservar la visión. Las probabilidades de éxito dependen del tiempo trascurrido desde el momento en el que se produce o detecta la herida y/o infección en el ojo.
Ante el riesgo de perforación corneal se recomendó realizar un trasplante de córnea o queratoplastia con injerto de córnea tectónica bajo anestesia general.
Esta cirugía consiste en la sustitución del tejido dañado de la córnea por otra sana, habitualmente de un donante, para curar la infección.
El procedimiento se realiza generalmente con anestesia local o general y no requiere de hospitalización. El cirujano extrae la parte de la córnea dañada y corta una porción similar en la córnea donante. Luego se coloca la córnea donante donde estaba la córnea dañada y se sutura en este lugar. Todo el procedimiento se realiza bajo visión microscópica y se usa una sutura muy fina.
La recuperación completa de la visión en estos casos es muy lenta, puede tardar hasta meses, pero la mayoría de los pacientes que han sido intervenidos de trasplante de córnea gozan de buena visión.
Gracias a Roxaine Olivero @roxaineolivero y a Equihealth Veterinarios por confiar en nosotros!
En la primera visita en équidos buscamos conocer con detalle el estado de los ojos del paciente con una exploración completa desde los párpados y la superficie ocular hasta el cristalino y el fondo ocular.
Las úlceras corneales tienen buen pronóstico si se consigue evitar la infección. El tratamiento adecuado consigue minimizar cicatrices y evitar pérdida de visión
El ojo seco es una patología compleja que no se suele detectar en equinos. Sin embargo, su diagnóstico y correcto tratamiento puede mejorar de forma muy significativa la calidad de vida del paciente.