El trasplante de córnea puede ser la única opción terapéutica para salvar un ojo con perforación corneal. Se trata de una de las técnicas quirúrgicas más antiguas de la oftalmología y suele dar muy buenos resultados si se realiza a tiempo.
La córnea es la parte transparente anterior del ojo, a través de la cual entran los rayos de luz que se reflejan en la retina. Si la córnea está dañada, su transparencia y su curvatura se verán alteradas, lo que dificultará una visión correcta. En los casos más graves puede ser necesario un trasplante de córnea.
Una perforación corneal es una herida o úlcera profunda en la córnea, es decir, un «agujero» en el globo ocular que deja expuestas las estructuras interiores del ojo. En estos casos el paciente corre el riesgo de perder definitivamente la visión, e incluso el globo ocular.
Los síntomas más habituales de úlcera corneal, ya sea con o sin perforación de las capas corneales, pueden ser:
Un transplante de córnea o injerto corneal es la sustitución de la parte de córnea dañada o perforada de la córnea por otra sana, habitualmente de un donante. Se trata de una de las técnicas quirúrgicas más antiguas de la oftalmología.
También se denomina queratoplastia (QP), y puede ser de dos tipos:
El trasplante de córnea se realiza cuando el globo ocular está perforado, o corre un serio riesgo de perforarse.
La perforación del globo ocular puede deberse a:
En muchos de estos casos, el trasplante de córnea, pese a los riesgos y dificultades que conlleva, puede ser la única opción terapéutica que exista para recuperar la anatomía corneal e intentar salvar el ojo.
Un trasplante corneal suele tener carácter urgente. Las probabilidades de éxito dependen del tiempo trascurrido desde el momento en el que se produce o detecta una herida y/o infección en el ojo.
Pueden ser necesarias las siguientes pruebas diagnósticas para evaluar la profundidad de una herida en el ojo de un perro, gato, caballo u otro animal:
Los transplantes corneales son cirugías bastante comunes y con muy buenos resultados. La probabilidad de rechazo es menor que la de cualquier otro órgano trasplantado.
La intervención suele tener una duración aproximada de entre 30 y 45 minutos, se realiza generalmente con anestesia local o general y no requiere de hospitalización.
El cirujano extrae la parte de la córnea dañada y corta una porción similar en la córnea donante. La córnea donante se coloca en el lugar de la córnea dañada y se fija mediante sutura muy fina. Todo el procedimiento se realiza bajo visión microscópica.
El día antes de la intervención se administrarán colirios y /o comprimidos según indicaciones del especialista.
El día de la intervención es recomendable no comer, administrar las dosis de colirios y/o comprimidos indicados por el especialista, así como la insulina acordada en pacientes diabéticos, y firmar el consentimiento de anestesia.
Después de la intervención es importante:
La recuperación completa de la vista es muy lenta, puede tardar hasta meses, pero la mayoría de los pacientes que han tenido un trasplante de córnea gozan de buena visión.
El transplante de córnea es una operación segura. Aunque no es el único factor a tener en cuenta, lo que realmente suele marcar el pronóstico de este tipo de cirugía es el estado previo a la cirugía del ojo receptor.
En muchos casos se trata de una cirugía urgente, ya que la intervención «en caliente» mejora de forma significativa sus posibilidades de éxito.
Video de cirugía de perforación corneal con recubrimiento de membrana nictitante practicada a una Shi-tzu de tres años por el Dr. Paco Simó en el IVO:
Otros videos de cirugía de perforación corneal:
Puede descargar aquí la guía con la información completa sobre el glaucoma en perros, gatos, caballos y otros animales.
Pedrito es un Bulldog Francés de 7 años que acudió de urgencias al IVO con úlcera corneal y mucho dolor. Como suele ocurrir entre los perros de razas braquicefálicas, una pequeña herida en el ojo se había infectado y tenía riesgo de perforación.
Ante el riesgo de perforación corneal de Kira optamos por una cirugía urgente de injerto corneal para eliminar el dolor, preservar el ojo y recuperar visión.
Las heridas en el interior del ojo deben ser revisadas de forma urgente. En el caso de este caballo, los síntomas parecían indicar una perforación corneal. Una cirugía urgente de transplante corneal permitió salvarle el ojo y recuperar visión.