Las úlceras derivadas de herpes felino suelen reaparecer, por lo que es importante seguir revisiones periódicas y acudir a consulta en cuanto aparezcan nuevas complicaciones.
Maui es un cachorro de gato de raza exótica que acudió a nuestro centro por una úlcera en el ojo derecho. Pese a estar en tratamiento, la úlcera no había mejorado en dos semanas y le causaba dolor.
Durante la exploración oftalmológica Maui presentaba gran dolor a la exploración, por lo que mantenia el ojito derecho cerrado constantemente.
Tras aplicar un colirio para eliminar el dolor, se apreció una úlcera superficial dendrítica en su córnea derecha.
Las úlceras superficiales dendríticas o geográficas son muy comunes en los gatitos o incluso en gatos adultos como consecuencia de una infección por herpes virus felino (HVF-I).
La mayoría de los felinos posee el virus del herpes, pero sólo algunos presentan síntomas, mayormente oculares pero también respiratorios. Dicho virus, comúnmente llamado virus de la gripe felina, puede estar de manera latente en un animal y reactivarse tras periodos de inmunodepresión o estrés, pudiendo tener picos de enfermedad durante toda la vida del paciente.
En el caso de Maui, se comenzó con un tratamiento tópico y oral a base de pomadas antibióticas, colirios antivirales y fármacos orales antivirales.
Maui fue evolucionando favorablemente, pero como ocurre en muchos de los gatos que aun tienen un sistema inmunitario débil, recayó en varias ocasiones y tuvo que acudir a consulta nuevamente por padecer nuevas úlceras superficiales pese a estar con tratamiento.
En felinos que padecen esta enfermedad son frecuentes las recaídas en diferentes periodos a lo largo de su vida. Los tratamientos son tediosos y largos, pero mayoritariamente los resultados son muy buenos.
Aunque se note mejoría en el paciente, es importante realizar revisiones periódicas en ambos ojos, ya que este tipo de úlceras pueden causar secuestros corneales y complicar la visión, e incluso en múltiples ocasiones termina siendo necesario pasar por quirófano.
Por todo ello, los tratamientos no deben interrumpirse hasta confirmar la mejoría por parte del veterinario, y es importante acudir a consulta en cuanto surja cualquier complicación.
Gracias a la paciencia de Maui con el tratamiento, a día de hoy apenas presenta cicatriz en la córnea, no tiene dolor, y está a punto de recuperarse al 100% de ésta última recaída.
Caso clínico de gato que viaja de Santo Domingo a Barcelona para tratar úlcera corneal infectada con crosslinking e injerto de membrana amniótica
El secuestro corneal o necrosis es una patología exclusiva de los gatos y caballos caracterizada por la producción de una ulceración superficial en la córnea que, en lugar de cicatrizar, produce una necrosis.
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