El objetivo de la primera visita en équidos es conocer con detalle el estado de los ojos mediante una exploración completa desde los párpados y la superficie ocular hasta el cristalino y el fondo ocular. Las visitas, como norma general, se realizarán en el lugar donde se encuentre el paciente, salvo cuando se decida junto con el propietario realizarlas en clínica equina.
Durante la primera visita realizamos un examen ocular exhaustivo que puede incluir distintas pruebas según el estado del paciente:
La lámpara de hendidura es un microscopio portátil que nos permite ver con detalle todas las estructuras del ojo y de los párpados. Con la lámpara podemos detectar defectos o problemas de pequeño tamaño que sería imposible de ver sin magnificación. Por ejemplo, la presencia de pequeñas pestañas que crecen por dentro de los párpados o detalles de la córnea y la cámara anterior del ojo.
El oftalmoscopio indirecto nos permite evaluar el fondo de ojo mediante el uso de lentes de diferentes potencias. Con él podemos detectar lesiones en la retina y el nervio óptico así como en otras estructuras del fondo de ojo. En casos de opacidad de la córnea esta prueba puede no ser adecuada para valorar el fondo de ojo, por lo que sería necesario realizar pruebas complementarias como la ecografía o la electrorretinografía.
Disponemos de varios aparatos para medir la presión intraocular. Son indoloros, pero ponemos algunas gotas de anestésico tópico para reducir las molestias durante las mediciones.
El test de Schirmer es una prueba sencilla e indolora para evaluar la cantidad de lágrima que produce el ojo y determinar si es suficiente para mantenerlo correctamente lubrificado.
Para realizar este test se colocan en la base del ojo unas tiras de papel especial durante un minuto. Este test es de gran importancia, ya que el ojo seco es una enfermedad que con frecuencia diagnosticamos en nuestros pacientes y debe tratarse lo antes posible para evitar otros problemas secundarios.
El test de Schirmer no es doloroso ni requiere sedación, pero puede resultar molesto para algunos pacientes, especialmente aquellos que tienen dolor ocular.
La fluoresceína es un colorante amarillo verdoso fluorescente que al ser aplicado sobre la superficie del ojo permite valorar problemas como la presencia de úlceras corneales o determinadas alteraciones del sistema lacrimal.
Además de estas pruebas, según el estado del paciente puede ser necesario realizar pruebas adicionales, o de derivar una consulta a otro especialista antes de determinar el diagnóstico y el posible tratamiento.
Las visitas, como norma general, se realizarán en el lugar donde se encuentre el paciente, salvo cuando se decida junto con el propietario realizarlas en clínica equina. El día de la primer visita necesitaremos disponer de:
El equipo de IVO dedicado a los équidos ponemos todo nuestro esfuerzo en organizar nuestra actividad para minimizar los tiempos de espera. Aún así, hay factores como el tráfico que no podemos controlar y se podrían generar demoras ocasionales.
¿Cómo ven los caballos? ¿Distinguen los colores? ¿Pueden ser miopes? ¿Por qué se asustan fácilmente si nos acercamos por el lateral?
El ojo seco es una patología compleja que no se suele detectar en equinos. Sin embargo, su diagnóstico y correcto tratamiento puede mejorar de forma muy significativa la calidad de vida del paciente.
Una herida en la superficie del ojo que llega a infectarse puede requerir de un transplante corneal para recuperar visión.