La electrorretinografía en animales es una prueba avanzada utilizada en oftalmología veterinaria para evaluar la función de la retina. Es una prueba no invasiva que registra la actividad eléctrica de la retina en respuesta a estímulos luminosos.
Esta prueba es especialmente útil en perros, gatos y caballos, ayudando a diagnosticar enfermedades que pueden causar pérdida de visión progresiva o ceguera. En muchas ocasiones, permite detectar alteraciones antes de que se manifiesten clínicamente, facilitando un tratamiento temprano.
La retina es la parte del ojo encargada de captar la luz y enviar las señales visuales al cerebro a través del nervio óptico. Cuando la retina sufre algún daño, la capacidad visual del animal puede verse afectada, incluso sin cambios visibles en la estructura del ojo.
La electrorretinografía en animales permite evaluar la función retiniana en casos de:
Es una herramienta esencial para diferenciar entre problemas retinianos y otras causas de ceguera, como afecciones del nervio óptico o el cerebro.
Dr. Francisco Simó realizando una electrorretinografía a un caballo
El procedimiento sigue varios pasos clave para garantizar resultados precisos:
Dado que la prueba es muy sensible al movimiento, la mayoría de los animales requieren sedación leve para permanecer quietos.
Se colocan pequeños electrodos en distintas zonas del ojo y la piel cercana:
Imagen que muestra los electrodos que se utilizan para realizar una electrorretinografía. Existen 3 tipos de electrodos (de izquierda a derecha): electrodo disco de oro, electrodo conjuntival y electrodo cutáneo.
El ojo del animal es expuesto a una serie de destellos luminosos de diferente intensidad y frecuencia. Estos estímulos activan las células retinianas y generan impulsos eléctricos que son capturados por los electrodos.
La respuesta eléctrica de la retina se representa en forma de ondas en un gráfico. Estas ondas reflejan la actividad de diferentes células retinianas:
El análisis de estas ondas permite al veterinario oftalmólogo identificar alteraciones en la retina y determinar la gravedad del problema.
La electrorretinografía (ERG) en animales se puede realizar en diversas especies, pero en la práctica clínica es más utilizada en perros, gatos y caballos. En estos tres grupos, la ERG es clave para diagnosticar enfermedades retinianas hereditarias, degenerativas o inflamatorias que pueden provocar pérdida de visión o ceguera.
A continuación se presentan los principales usos clínicos de la ERG en perros, gatos y caballos.
Si bien en oftalmología veterinaria la ERG se usa mayormente en estos animales, también se ha aplicado en aves, reptiles, pequeños mamíferos y animales exóticos, especialmente en estudios de investigación y en medicina zoológica.
Esta prueba es una herramienta clave en oftalmología veterinaria porque:
Las imágenes siguientes recogen diferentes momentos durante una electrorretinografía
En esta primera imagen os mostramos una foto de uno de los aparatos de electrorretinografía que utilizamos habitualmente llamado RETINOGRAPHICS.
En las tres imágenes siguientes se observa a un paciente canino durante la realización de una electrorretinografía en ambos ojos.
La electrorretinografía permite evaluar la función retiniana mediante el registro de respuestas eléctricas a estímulos luminosos. En las siguientes imágenes se presentan diferentes patrones de respuesta en pacientes caninos, desde una función retiniana normal hasta casos con actividad reducida o nula en distintos ambientes de iluminación. Estos resultados son fundamentales para diagnosticar enfermedades degenerativas de la retina y determinar la viabilidad de tratamientos o intervenciones quirúrgicas.
En la imagen 1 se observa la curva de una electrorretinografía mostrando una respuesta normal de la función de la retina del ojo derecho de un perro en ambiente escotópico (sin luz, en la oscuridad).
Imagen 1
En la imagen 2 curvas de electrorretinografía mostrando una respuesta disminuida de la función de la retina en el ojo derecho y normal en el ojo izquierdo. Tanto en ambiente fotópico (con luz) como escotópico.
Imagen 2
En la foto 3, se observan las curvas de la retina o análisis retinográfico mostrando una respuesta nula de la retina en el ojo derecho y en el ojo izquierdo en ambiente fotópico y en ambiente esoctopico.
Imagen 3
En oftalmología veterinaria existen diferentes pruebas para evaluar la retina, pero no todas cumplen la misma función. La electrorretinografía (ERG) y la retinografía son dos técnicas utilizadas para examinar la salud ocular, pero cada una aporta información distinta. A continuación, explicamos en qué se diferencian y cuándo se utiliza cada una.
La retinografía es una técnica de imagen que captura una fotografía detallada del fondo del ojo, permitiendo observar la retina, el nervio óptico y los vasos sanguíneos. Se utiliza para diagnosticar enfermedades estructurales como desprendimientos de retina, alteraciones vasculares o inflamaciones en la parte posterior del ojo. Es un procedimiento rápido y no invasivo que ofrece información visual clara sobre posibles anomalías.
Si quieres saber más en este artículo retinografía y retinógrafo ocular tienes más información.
Por otro lado, la electrorretinografía (ERG) no evalúa la estructura de la retina, sino su función. A través de la medición de la actividad eléctrica de las células retinianas en respuesta a estímulos luminosos, permite diagnosticar enfermedades degenerativas, hereditarias o inflamatorias que pueden afectar la visión sin producir alteraciones visibles en el fondo del ojo.
En muchos casos, un examen oftalmológico convencional y una retinografía pueden mostrar una retina aparentemente normal, pero el paciente sigue presentando pérdida de visión. En estas situaciones, la ERG es fundamental para determinar si la retina está funcionando correctamente o si hay una disfunción en sus células.
Ambas pruebas son complementarias y pueden utilizarse juntas para obtener un diagnóstico más preciso en casos de enfermedades oculares complejas. Mientras que la retinografía permite visualizar cambios estructurales, la electrorretinografía ofrece información sobre la capacidad funcional de la retina, ayudando a los veterinarios oftalmológicos a decidir el mejor tratamiento para cada paciente.
La electrorretinografía en animales es una prueba fundamental para el diagnóstico de enfermedades oculares en perros, gatos y caballos. Su capacidad para detectar alteraciones en la retina antes de que se presenten síntomas clínicos permite tomar decisiones terapéuticas más acertadas, mejorando la calidad de vida de los pacientes.
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