Homer es un carlino que tenía 3 meses de edad cuando acudió al servicio de urgencias por una proptosis ocular, causada por un fuerte golpe en el ojo. Tras la cirugía de urgencia y el tratamiento para reducir cicatrices corneales, actualmente Homer goza de buena visión en ese ojo.
Homer había sufrido un fuerte golpe en el ojo tras chocar contra una puerta cuando tenía solo 3 meses de edad. Como consecuencia del golpe, el globo ocular había salido de su lugar.
La proptosis ocular se produce cuando el globo ocular sale de la órbita y queda atrapado por detrás por los párpados, que impiden su reintroducción espontánea. Se trata de una urgencia que hay que corregir inmediatamente.
Mientras se llega hasta el centro veterinario, lo recomendable es mojar unas gasas con suero o agua y mantener ese globo ocular mojado para evitar que el ojo se reseque.
La exploración oftalmológica permitió comprobar que los músculos extraoculares de Homer no estaban dañados, lo que habitualmente mejora el pronóstico tras la operación.
Tras sedar al pequeño paciente, se procedió de inmediato a la recolocación del globo ocular en su órbita.
Para mantener el globo ocular protegido y en su sitio, se realizó un recubrimiento con la membrana nictitante. Este procedimiento consiste en suturar la membrana nictitante. Con ello conseguimos que actúe como parche del globo ocular, mientras este se recupera del traumatismo.
En el caso de Homer, se mantuvo el ojo tapado durante una semana.
Al cabo de una semana, al destapar el ojo, se evidenció una úlcera estromal anterior infectada.
Se trató la infección mediante cross-linking corneal. Varias semanas después, la ulcera cicatrizó, y una vez cicatrizada se inició tratamiento para conseguir que la córnea quedara lo más transparente possible.
A los 4 meses de la primera visita de urgencias de Homer, el ojo izquierdo gozaba de buena visión, a pesar de haber sufrido un accidente tan grave.
La proptosis ocular es la salida del globo ocular de su órbita y debe ser tratada de forma urgente por un especialista.
El cross linking es una técnica muy efectiva en animales para tratar problemas de la superficie de la córnea como úlceras infectadas y queratitis bullosas.
Las úlceras corneales tienen buen pronóstico si se consigue evitar la infección. El tratamiento adecuado consigue minimizar cicatrices y evitar pérdida de visión