Chapita participó en un programa piloto del IVO para el tratamiento con células madre en casos de úlceras corneales y sequedad ocular severa.
Chapita es una perra de 4 años de raza West Highland White Terrier que cuando acudió al IVO tenía los ojos permanentemente cerrados, con signos claros de dolor que solo mejoraban con la aplicación constante de colirios.
Chapita tenía una historia de úlceras corneales y queratoconjuntivitis seca (ojo seco) en ambos ojos que no mejoraba con tratamientos convencionales.
La exploración oftalmológica y las pruebas diagnósticas practicadas dieron los siguientes resultados:
Se confirmó el diagnóstico de queratoconjuntivitis seca bilateral.
Dada la gravedad del caso (nula producción de lágrima en ambos ojos), su corta edad y el hecho de haber probado ya los distintos tratamientos habituales sin éxito, se propuso a sus propietarios participar en el estudio piloto del IVO para valorar la eficacia de las células madre en casos de queratoconjuntivitis seca grave.
Chapita a su llegada la IVO. Casi no podía abrir los ojos por dolor. Foto: IVO
La terapia o tratamiento con células madre tiene por objetivo ayudar a la regeneración de tejidos dañados o que cursan con procesos inflamatorios. La técnica consiste en introducir células generadas fuera del organismo dentro de los tejidos dañados o alterados para ayudar a su regeneración y curar así una enfermedad.
En el caso de queratitis o úlceras oculares, la administración del tratamiento con células madre es por inyección subconjuntival y sin anestesia general del paciente. Tan sólo es necesaria la sedación y antestesia tópica.
Al tratarse de administración local, se reducen los efectos adversos (riesgo mínimo de rechazo inmunitario y sin efectos secundarios), por lo que el tratamiento con células madre puede sustituir a los tratamientos habituales por su seguridad y facilidad de aplicación.
Almacenaje de celulas madre en laboratorio. Foto: IVO
En el caso de Chapita, a los 28 días de su primera inyección subconjuntival de células madre ya no tenía dolor, sus síntomas habían mejorado y la necesidad de colirio se había reducido a solo 2 o 3 aplicaciones al día.
Chapita seguía sin producir lágrima, pero se pudo observar una mejoría significativa en los signos inflamatorios, con menos enrojecimiento conjuntival y una reducción de las secreciones en ambos ojos, especialmente en el ojo derecho.
Sin embargo, una de sus úlceras seguía sin mejorar por un problema en el epitelio, y fue necesario operarla un mes más tarde para curarla. Para ello se practicó una cirugía de trasposición corneo-conjuntival, y dos semanas después se administró una nueva inyección de células madre.
Actualmente Chapita se encuentra muy bien, sin signos de dolor y con una clara mejoría de todos sus síntomas.
Chapita sigue en el programa piloto del IVO para la evaluación del tratamiento con células madre, con el objetivo de estudiar su evolución y extraer conclusiones de aplicación para otros casos severos de sequedad ocular.
Ojo de Chapita antes de la inyección de células madre. Foto: IVO
Ojo de Chapita a los 28 días de la inyección de células madre. Foto: IVO
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