La blefaritis es una inflamación del borde del párpado que se asocia a una proliferación excesiva de las bacterias que normalmente están en la piel. Estas bacterias liberan toxinas que irritan la superficie ocular.
Algunos síntomas pueden ser:
El tratamiento está enfocado a tratar sus causas, que pueden ser muy diversas: bacterianas, víricas, parasitarias (Leishmaniosis, sarna), inmunomediadas, alérgicas,…
En casos leves, se requiere únicamente medidas de limpieza de los párpados con suero fisiológico o jabones y geles adecuados.
En algunos casos se puede asociar el uso de pomadas antibióticas y en casos más serios se requiere el uso de antibióticos orales. Aunque el uso de colirios lubricantes no forma parte del tratamiento de la enfermedad, en general se usan para mejorar los síntomas irritativos durante el tratamiento.
La Leishmaniosis, es una enfermedad provocada por un parásito en la sangre que en ocasiones causa blefaritis granulomatosa (nódulos en el párpado) o blefaroconjuntivitis granulomatosa (nódulos en párpado y conjuntiva). Normalmente no son inflamaciones que causen picor ni dolor, pero su tratamiento suele ser crónico, puesto que la curación total de la Leishmanía es muy poco frecuente.
En estos casos, ante todo es necesario tratar la Leishmaniosis con medicación sistémica, y mediante medicación tópica (corticoides) ayudamos a eliminar los granulomas tanto en el interior del globo ocular como en la conjuntiva.
Lia llevaba seis meses con párpados hinchados, una blefaritis que no respondía a tratamiento. En el IVO se diagnosticó la causa a partir de una citología, lo que permitió instaurar un tratamiento específico que resolvió el problema.
La Thelazia es un parásito cada vez menos raro en nuestro país. Se trata de un gusano que habita en los ojos de mamíferos como perros, gatos e incluso humanos.
La leishmaniosis es una enfermedad silenciosa cuyo control rutinario es clave para evitar consecuencias graves para la visión del perro o el gato afectado.