Riky acudió al IVO para una valoración oftalmológica, puesto que aparentemente había perdido la visión del ojo derecho como consecuencia de un glaucoma.
Riky es un perro mezcla de Schnauzer y Teckel de 14 años de edad, que acude al IVO con un historial previo de glaucoma en el ojo derecho.
Los propietarios deseaban una segunda opinión antes de proceder a la extracción del globo ocular. A su llegada al IVO, Riky estaba siguiendo un tratamiento desde hacía 20 días con colirios para controlar la presión ocular y con antiinflamatorios.
El glaucoma engloba un grupo de enfermedades que provocan un daño progresivo del nervio óptico, con la consiguiente disminución en el campo visual. Puede afectar a un ojo o a los dos, no da síntomas hasta que está muy avanzado, y si no se trata adecuadamente puede llegar a producir ceguera.
Ante un caso de glaucoma en un solo ojo siempre es conveniente revisar también el otro, puesto que la enfermedad puede aparecer en poco tiempo en el otro ojo. Además, la exploración del ojo sano en muchas ocasiones nos determina la causa del glaucoma.
Las pruebas que se practicaron a Riky fueron las siguientes:
La presión ocular en el ojo derecho estaba bien controlada gracias a los colirios aplicados.
Se observó una atrofia de iris bilateral y una catarata nuclear senil bilateral, por lo que se decidió hacer una gonioscopia, una prueba que permite evaluar las estructuras anatómicas del ojo que predisponen a la aparición del glaucoma.
La gonioscopia confirmó la existencia de un ángulo estrecho y displásico, lo cual confirma que la causa del glaucoma es por predisposición ya que las vías de drenaje del humor acuoso están mal formadas de nacimiento.
Se le practicó también una OCT del fondo ocular que determinó que padecía una degeneración de retina y excavación del nervio óptico en el ojo afectado por glaucoma.
El aumento de la presión intraocular lo primero que provoca son lesiones en el nervio óptico, pero en algunos casos como en el de Riky también está gravemente afectada la retina.
Las pruebas confirmaron que Riky tenía predisposición al glaucoma en ambos ojos con ceguera en el ojo derecho.
Es posible que el glaucoma del ojo derecho fue consecuencia de una uveítis (infección o inflamación del globo ocular) por la que se habrían generado células inflamatorias en el humor acuoso (el líquido interior del ojo) que habrían taponado las estructuras por las que circula este líquido, provocando así un aumento de la presión interior del ojo, y con ella el glaucoma.
Se instauró un tratamiento con colirios para controlar la presión intraocular.
En los casos de glaucoma como el de Riky habitualmente es suficiente con el tratamiento antiglaucomatoso y el control regular de la presión intraocular.
En caso de detectar nuevos aumentos de presión intraocular en revisiones sucesivas, se puede valorar la necesidad de una cirugía con láser para el control de la presión.
Algunos casos de glaucoma en perro se pueden tratar con medicación, otros requieren cirugía, y otros, como en el caso de Deisy, soluciones distintas en uno y otro ojo.
Kyla padecía un glaucoma secundario a luxación de cristalino en ambos ojos. Tras confirmar que no podría recuperar visión se le realizó cirugía de evisceración y colocación de prótesis oculares (ojos artificiales) para para evitar el dolor y mejorar su calidad de vida.
El IVO es un centro de referencia cuya misión es la de colaborar activamente con los centros veterinarios para ofrecer la mejor atención oftalmológica a sus pacientes.